Sale a la luz impactante carta de joven que se suicidó tras denunciar abuso de sacerdote: “Me querían convertir en su prostituta”
"Yo jamás pedí venir al mundo y mucho menos pedí tener todos los trastornos psicológicos y afectivos que me hacen sufrir y no me dejan progresar. Y desde niño fui abusado en el colegio", reza la misiva.
Daniel Eduardo es el nombre del joven de solo 21 años que terminó suicidándose en mayo de 2017 al no poder soportar la carga que llevaba por presuntos abusos sexuales que sufrió cuando niño en el Colegio San Viator, en Bogotá. Es por eso que decidió lanzarse de un décimo piso, acabando con su vida.
Su madre, Patricia Osorio, denunció esta situación recién el pasado 18 de octubre luego de que en el bolsillo de uno de los pantalones que usaba su hijo encontrara una carta que dio a conocer al mundo.
“Mamá: hoy llegó el día de decir adiós. Gracias por todo lo que me brindó. Me voy porque estoy cansado de esta vida. Yo jamás pedí venir al mundo y mucho menos pedí tener todos los trastornos psicológicos y afectivos que me hacen sufrir y no me dejan progresar. Y desde niño fui abusado en el colegio. Solo le pido que no me busque… a donde voy a estar”, reza el escrito.
Patricia, quien busca que esto sea investigado y no quede en la impunidad, además, reveló cómo se sentía Daniel respecto a los abusos y contó que “lo sacaban en camionetas blindadas, lo llevaban a fincas de recreo lujosas que no tenía ni idea dónde quedaban (…) En la última carta dice: ‘Me querían convertir en una prostituta’”.
Por otra parte, esta no era la primera vez que el joven intentaba quitarse la vida. Meses antes de su muerte, intentó quitarse la vida tomándose un frasco de pastillas, pero Osorio lo encontró a tiempo y lo llevó a un hospital.
“Luego de que Daniel se recupera del primer intento de suicidio, la mamá le pregunta: cuéntame quién fue, yo te puedo ayudar. Pero él responde que no quiere hablar del tema porque es muy difícil para él, y porque quienes están detrás del abuso son personas muy peligrosas”, declaró el abogado de la familia Julián Quintana a El Tiempo.
Desde el colegio San Viator, donde estudió Daniel, se refirieron al caso y el rector Albeyro Vanegas Bedoya aseguró que “no conocen de ninguna investigación de la Fiscalía”.
“He sido mencionado de alguna manera en este caso por la mamá de este estudiante, siendo yo director académico y rector de él por un día (…) El abuso es rotundamente falso para mí”, agregó.
El abogado Quintana rápidamente corrigió a Vanegas revelándole el el número de expediente y que la causa es investigada en la Fiscalía 177, seccional de la Unidad de Delitos contra la Libertad, Integridad y Formación Sexual.
Ante esto, Albeyro sostuvo que “en el 2006, soy acusado injustamente por un muchacho que habíamos expulsado en el Gimnasio Los Pinos por problemas disciplinarios. Ese niño es expulsado del colegio y en vez de contarle a la mamá lo que había pasado, dice que se retira de la institución porque lo habían acosado. Yo me presento a la Fiscalía voluntariamente y se inicia un proceso de investigación. Encuentran que soy inocente y absuelto tres veces de manera contundente”.
Quintana, tras leer esta declaración, indicó que “cuando Patricia fue al colegio, ella se encontró que él estaba en la oficina del cura (Albeyro Vanegas Bedoya) y a ella le pareció raro. Ella recuerda que el padre le dijo: Acá explicándole al monito porque no se tiene ir. Si es por el pelo, no se preocupe, yo se lo corto; luego le cogió la mano al niño. Inmediatamente la mamá sintió que ese trato no era normal en una relación entre alumno y rector. Con esos indicios ella comenzó a sospechar”.
Mientras se lleva a cabo la investigación, Albeyro Vanegas Bedoya se apartó de su cargo, para “permitir transparencia”.