“Ley Ritalín” pasa a tercer trámite en el Congreso
La normativa prohíbe que se condicione al consumo de medicamentos para tratar trastornos de conducta la permanencia de estudiantes en recintos educacionales.
El Senado despachó a tercer trámite constitucional el proyecto que prohíbe que se condicione la permanencia de estudiantes en recintos educaciones al consumo de medicamentos para tratar trastornos de conducta, iniciativa conocida como “ley Ritalín”.
La norma que modifica la ley General de Educación y la ley sobre Subvención del Estado a establecimientos educacionales, sostiene que las escuelas no podrán obligar a los alumnos a tomar medicamentos.
Durante la discusión en la sala los legisladores valoraron que no se condicione la incorporación, asistencia o permanencia de los estudiantes al consumo de medicamentos para tratar trastornos de conducta, como la hiperactividad.
Al respecto, la senadora Yasna Provoste resaltó el apoyo transversal de la norma desde la Cámara de Diputados, pero reconoció que esperaba que al proyecto estuviese listo en marzo pasado.
Coincidiendo con la felicitación a los autores, la senadora Luz Ebensperger precisó que “no se condice que por querer contribuir a la calma del ambiente escolar se obligue a los menores a tomar ciertos tipos de medicamentos. Los únicos facultados son sus padres en conjunto con los médicos”.
La medicina ha avanzado, sentenció el senador Alejandro Navarro, quien recordó a la generación “ritalin” y “hoy está claro que hay diferentes estudios nacionales e internacionales que revelan que esto inhibía el desarrollo cognitivo”. El legislador llamó a abordar un verdadero plan de salud mental.
El estar frente a niños sobre estimulados es una realidad innegable, y fue evidenciada por el senador Juan Pablo Letelier, quien indicó que entiende el drama de muchos profesores, “pero la solución no es el medicarlos y mucho menos permitir que se les exijan esto (…) Detrás de este consumo hay una industria, no seamos ingenuos”, señaló.
Por último, el senador José Miguel Insulza manifestó su preocupación por la prevalencia del trastorno de déficit atencional que excede lo manifestado por la OMS, por lo que convocó a invertir en salud mental de la infancia y adolescencia.