Belén Soto vuelve a referirse a la relación abusiva que vivió a los 15 años: “Se aprovechó de una niña”
La actriz aseguró que quiso dar a conocer su historia porque "quiero retratar cómo funciona un hombre abusador".
Hace unas semanas, Belén Soto confesó en La Divina Comida haber sido víctima de una relación abusiva que mantuvo con un hombre 15 años mayor que ella. En ese entonces, contó que “me hacía mandarle fotos cuando llegaba a la casa, de cómo salía vestida. Cada vez que peleábamos él terminaba teniendo la razón (…) Me decía ‘te cagué porque te amo’. Tú como niña empiezas a creer ‘lo amo, no lo puedo dejar’. Y ahí él empieza hacer lo que quiere con tu vida”.
Tras dos años y medio de relación, este episodio en su vida terminó generando que se viera enfrentada a graves problemas psicológicos, lo que plasmó en su libro “No te lo Mereces”, el que decidió publicar porque “porque es la manera más sincera y transparente de contar una historia. (…) Fue mi manera de salir de la depresión; cuando empecé jamás fue con la idea de que se iba a convertir en un libro, sino que fue mi forma de darme cuenta de las cosas que me estaban haciendo mal y me angustiaban”.
“Mi idea no era mostrar la parte bonita, yo quería decir que perdí la virginidad en un motel a los 15 años, entre medio de calles que no conocía, con un weón que no fue capaz de hacerme cariño. Esa fue mi crianza de amor, mi primer amor, y me acostumbré a que las relaciones fueran así”, dijo en conversación con Revista Paula.
Sobre la relación abusiva que vivió cuando solo tenía 15 años, Soto detalló que este hombre “simplemente se aprovechó de una niña que nunca había vivido el amor. Nunca había tenido un pololo, y no creo que pueda llamar a esta persona un pololo, porque nunca se comportó como tal. Yo era tímida, nunca había andado de la mano con nadie, entonces llegó este hombre mayor y se empezó a preocupar por mí, me hizo cariños, me sorprendía con detalles y me mandaba mensajes. Empezamos a tener esta relación prohibida, como de teleserie, y era súper entretenido. Yo no era una niña insegura, pero él me llevó a la inseguridad. Hay una diferencia en cómo me miraba en el espejo antes de conocerlo y después que terminó la relación. Quedé con 18 años perdida en la vida, porque cuando terminamos fue como perder un dios. Todo lo que él decía y hacía era lo correcto, porque me explicaba que venía de vuelta”.
Consultada por el hecho de ocultarle la relación a su madre, Carolina Infante, la joven actriz aseguró que cuando llevaba saliendo tres meses se lo comentó, pero su mamá la paró en seco. En ese entonces, “no le dije nada más porque, imagínate, qué mamá va a aceptar que su hija de 15 salga con un hombre de 30. Y en paralelo, él me mandaba mails con noticias de profesores que se habían ido presos por salir con sus alumnas, entonces me metía miedo diciéndome que si le contaba a alguien él se podía ir a la cárcel”.
“Él me hacía creer que todo lo hacía por la relación, y yo me tenía que quedar callada porque si se sabía a él le podía pasar algo y yo me podía quedar sin él. Me convertí en la mejor mentirosa. Fueron dos años en los que nunca fuimos a un restaurante, nunca salimos en público, siempre fue a oscuras, y yo me acostumbré a eso porque quería que fuera feliz, siempre con la ilusión de que cuando cumpliera 18 años me iba a presentar. Pero la verdad es que cuando estaba conmigo le llevaba otras mujeres a su mamá”, confesó.
Incluso, a raíz de esta relación, dejó pasar oportunidades laborales, como cuando desde TVN le ofrecieron un “rol sexy” en La Chúcara, propuesta que ella terminó desechando tras verse influenciada por su entonces pareja. “Eso a él le pareció último, me decía que era una flaite si hacía el personaje, y me metió en la cabeza que yo iba a quedar mal parada si lo hacía. Además, me decía que a él le iba a dar mucha pena si yo tomaba el papel, y eso me influyó tanto que el día antes de empezar a grabar fui con mi mamá al canal a deshacer el contrato”, contó.
Una vez que el pololeo llegó a su fin, Belén Soto aseguró que esta persona continuó enviándole mensajes amenazantes y románticos, donde le prohibía ver a otros hombres. Esto provocó que se viera sumida en una depresión donde subió 15 kilos. Por otro lado, no quiso revelar la identidad de su ex pareja porque su intención al dar a conocer su historia “es porque quiero retratar cómo funciona un hombre abusador. No necesito mencionarlo porque hacerle la vida imposible no es mi tema, y él no es el protagonista de mi libro”.