Aumenta la tensión: manifestantes de Hong Kong llaman a huelga general
“Las escuelas no deben utilizarse como lugares para demandas políticas o ejercer presión”, dijo el secretario de Educación de Hong Kong, Kevin Yeung.
Hace tres meses que Hong Kong atraviesa por su mayor crisis política desde 1997 cuando finaliza el dominio colonial británico y se restablece la soberanía china con una modalidad semiautónoma.
Los manifestantes prodemocracia denuncian la creciente injerencia de China en los asuntos internos de Hong Kong y llaman a una huelga nacional.
Hoy, los manifestantes, vestidos del emblemático color negro, bloquearon el acceso del metro de la ciudad, crucial para su funcionamiento, generando retrasos importantes en la red.
Asimismo, miles de estudiantes se manifestaron en el primer día de clases tras las vacaciones de verano, con una campaña que pretende durar dos semanas y que busca boicotear las clases para mantener la presión sobre el gobierno local.
En este inicio de curso, los estudiantes formaron cadenas humanas delante de sus centros y en varios hospitales, enfermeros hicieron filas en pasillos sosteniendo pancartas.
“Las escuelas no deben utilizarse como lugares para demandas políticas o ejercer presión”, dijo el secretario de Educación de Hong Kong, Kevin Yeung.
El movimiento que nació en junio con el rechazo a un proyecto de ley para autorizar las extradiciones a China, amplió considerablemente sus peticiones, ya que ahora también denuncian un retroceso de las libertades ante la creciente injerencia de China, violando el principio “Un país, dos sistemas”.
Los manifestantes han estado realizando ocupaciones cada vez menos pacíficas para visibilizar su disconformidad con el sistema, tal fue el caso de la paralización que tuvo que hacer el aeropuerto de la ciudad, cuando más de un centenar de personas protestaron en ese lugar para sensibilizar a los visitantes extranjeros sobre sus protestas, ocupando el recinto sentados en el suelo y debiendo ser cancelados más de 300 vuelos. “No somos agitadores, esto es una tiranía”, gritaban los manifestantes, algunos de ellos equipados con sus ya emblemáticas máscaras y cascos de obra.
Producto de esta situación, autoridades indicaron que ya no tienen derecho a protestar en el aeropuerto, en virtud de una ordenanza adoptada el mes pasado.