Líos judiciales y una pausa en su carrera: el complicado año que ha enfrentado Britney Spears
Quien fuera denominada la princesa del pop solo ha llamado la atención de los medios en los últimos meses por los continuos escándalos que la han rodeado. ¿Regreso a la música? No en un futuro cercano.
En el pasado quedó el éxito que rodeó a Britney Spears, quien fue considerada la “princesa del pop” y sucesora de Madonna. Desde hace ya algunos años que la música pasó a un segundo plano y los medios solo abordan los escándalos y polémicas en los que se ha visto envuelta, pese a que muchos suponían que había encontrado -por fin- un equilibrio en su vida.
Todo comenzó a principio de este año cuando la cantante canceló su segunda residencia en Las Vegas, que había anunciado solo semanas antes y que llevaba por nombre Domination. La principal razón de esta repentina decisión fue que su padre había sido internado y se encontraba en un delicado estado de salud.
En un comunicado que publicó en su cuenta de Instagram, Britney señaló que “hace un par de meses, mi padre fue hospitalizado y casi murió. Todos estamos muy agradecidos de que haya salido vivo de esto, pero todavía tiene un largo camino por delante. Tuve que tomar la difícil decisión de poner todo mi enfoque y energía en mi familia en este momento. Espero que todos puedan entender”.
Desde entonces, la artista detrás de éxitos como “Toxic” y “Baby One More Time” mantuvo silencio en redes sociales y mucho se especuló sobre ello.
No fue hasta abril que las alarmas se encendieron: Spears había sido internada en un hospital psiquiátrico por un mes debido a la angustia que le generó el delicado estado de salud de su progenitor.
En ese entonces, el sitio TMZ detalló que “Jamie Spears ha tenido 2 cirugías para corregir problemas importantes con sus intestinos y colon. La segunda intervención fue reciente pero ha estado sufriendo complicaciones. Los problemas del padre de la cantante comenzaron a fines del año pasado después de que su colon se rompiera espontáneamente”.
La noticia rápidamente generó rumores en torno a su veracidad, e incluso se habló de que todo lo ocurrido con Jamie Spears sería una cortina de humo para terminar internando a la cantante contra su voluntad. En ese momento el hashtag #FreeBritney rápidamente se viralizó en redes sociales, donde muchos fans daban a conocer sus teorías al respecto.
Tuvo que ser la misma Britney quien salió a acallar todo. “Quería decir hola porque las cosas que se están diciendo se han salido de control. ¡Guau! Hay rumores, amenazas de muerte para mi familia y mi equipo, y tantas cosas locas que se están diciendo. Estoy tratando de tomarme un tiempo, pero todo lo que está sucediendo me lo pone más difícil. No creas todo lo que lees y escuchas. Estos correos electrónicos falsos en todas partes fueron creados por Sam Lutfi hace años… No los escribí. Fingía ser yo y se comunicaba con mi equipo con una dirección de correo electrónico falsa”, aseveró en un video.
“Mi situación es única, pero prometo que estoy haciendo lo mejor en este momento. Es posible que no sepan esto sobre mí, pero soy fuerte y defiendo lo que quiero. Su amor y dedicación son increíbles, pero lo que necesito ahora mismo es un poco de privacidad para lidiar con todas las cosas difíciles que la vida me está lanzando. Si pudieran hacer eso, estaría siempre agradecido. Te quiero”, agregó Britney en el registro que publicó en Instagram el 23 de abril.
Cuando todos pensaban que ya lo peor había pasado, lo cierto es los problemas estaban lejos de terminar.
El equipo de Britney confirmó que no veían en un futuro cercano un regreso de la cantante a los escenarios a raíz de todos estos escándalos, más aún considerando que la situación mental de la estadounidense no se encuentra en su mejor momento.
Pese a que pasaron semanas sin nuevas noticias, una muerte remeció nuevamente a su entorno cercano. Mientras en tribunales se analizaba si el tratamiento médico y los cuidados que recibe la artista son correctos, luego de que se anunciara un nuevo tratamiento, el médico que estaba a cargo de ello, Timothy Benson, falleció a fines de agosto en extrañas circunstancias por un aneurisma, lo que dejó todo en pausa.
Como si la bola de nieve no fuera ya lo suficientemente grande antes de estallar, reapareció en escena el ex esposo de Spears, Kevin Federline, quien presentó una denuncia en contra de Jamie Spears por agredir a uno de los menores, por lo que se quedó con el 90% de la custodia y las visitas de la artista serán pauteadas y con supervisión constante.
En tanto, el padre de Spears solicitó que se redujera su rol de tutor de su hija -que quedó a su cargo tras la crisis que vivió en 2007 y que le impidieron seguir cuidando de ella misma-. Dichas funciones, ahora quedarán en manos de Jodi Montgomery, quien se desempeñaba como la administradora de los bienes.
Mientras todo esto ocurre, Britney Spears viajó junto a un asistente y dos guardaespaldas a Hawaii, donde se mantiene alejada de los escándalos que han rodeado su vida en estos nueve meses que van del año, reportó E! News. Lo cierto es que los fanáticos se encuentran atentos a sus próximos pasos y no pierden la esperanza de que quien fuera en su momento denominada la “princesa del pop” regrese al lugar que se merece en el mundo de la música.