Preocupación por aumento del dengue en América Latina: Cambio climático favorece su propagación
En Honduras, la Secretaría de Salud indicó que solo durante 2019 unas 76.000 personas han sufrido de esta enfermedad y más de 135 han muerto.
Al aumento en las temperaturas, el derretimiento de glaciares, la desaparición de especies animales, se suma una nueva consecuencia del cambio climático: la propagación de mortales enfermedades como el dengue.
Solo en el mes de agosto, se registraron más de 2 millones de casos de dengue en América Latina, según cifras oficiales.
“Las altas temperaturas registradas en los últimos meses a nivel mundial debido al cambio climático, han propiciado una mayor propagación del mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue, cuyo serotipo 2 ha sido más mortal que en años anteriores”, dijo Valentina Davydova, miembro del Comité Interinstitucional de Cambio Climático en México.
“Ante las condiciones de temperaturas altas, el agua es suficientemente tibia para acelerar el desarrollo del mosquito en sus cuatro etapas antes de salir del agua, particularmente la hembra, la cual pica para asegurar alimento a los huevecillos que está depositando”, explicó Davydova.
Asimismo señaló que, “por arriba de 27 y 28 grados centígrados de temperatura se acelera el desarrollo del mosquito. Por lo tanto, se necesitan áreas verdes para refrescar de manera natural e incrementar la infiltración de las lluvias, pero en las zonas urbanas observamos puro escurrimiento, porque el suelo con asfalto o concreto es impermeable”.
La Organización Panamericana de la Salud ha declarado una alerta epidemiológica por dengue luego de que en agosto se contabilizaran 2,03 millones de casos en Latinoamérica y el Caribe, y 723 defunciones.
Específicamente en Honduras, la Secretaría de Salud indicó que solo durante 2019 unas 76.000 personas han sufrido de esta enfermedad y más de 135 han muerto.
Según las autoridades, las víctimas en su mayoría son menores de edad y entre sus síntomas destacan fiebre alta, dolor de cabeza, vómitos y erupciones en la piel.
Según especialistas, el grave pronóstico para el mundo es que la enfermedad podrían mutar y ser más agresiva, por lo que es importante cortar el ciclo de reproducción mediante fumigación y limpieza.