Casona Daysu: un refugio con historia a orillas del Río Imperial

Entre abundante vegetación y a orillas del Río Imperial, en la comuna de Carahue, Región de La Araucanía, se emplaza la Casona Daysu, una edificación que data de fines del siglo XIX y que hoy cobra vida a través del turismo.

Y es que, tras recibir la casona como herencia de su padre, Sonia Rivera se puso manos a la obra para remodelar la edificación de arquitectura alemana y construida con madera nativa (raulí, mañío, laurel verde y rojo). Esto, con el fin de darle un nuevo uso: convertirla en un centro turístico, con hospedaje y un centro de eventos.

“La casona la heredé hace unos 10 años de mi padre. Todos me decían que estaba en muy malas condiciones y que la derrumbara, pero yo insistí en que no era posible. Hasta el Gobierno me dio un certificado de que no estaba en condiciones de habilitarla, pero un amigo constructor civil me aconsejó que la restaurara, porque de este tipo de casonas ya casi no quedan. Así que me propuse hacer eso”, relató Sonia.

De casona antigua a centro turístico

La casona, que se encuentra en el km 15 de la ruta de Carahue – Nehuentúe, en la cuenca del Río Imperial, contaba en sus inicios con su propio muelle, en donde arribaban buques a vapor para dejar mercadería -como trigo, madera y remolacha- que se almacenaba en una bodega de tres pisos que estaba junto al ella.

La ventaja era que, como el recinto estaba construido en lo alto, no se inundaba con las intensas lluvias que azotaban la zona en invierno.

En aquel entonces todo era muy distinto. De hecho, por ejemplo, no existía la carretera que actualmente pasa justo por fuera de la casona, por lo que el acceso a ella era sólo a través del río.

Hoy la carretera, que fue construida hace cerca de 50 años, facilita el transporte y permite que muchos más sean los que puedan conocer esta histórica casona, la cual hace 8 años abrió sus puertas a los turistas.

Con sus techos de gran altura y amplios salones, esta casona tiene capacidad para hospedar a 25 personas. Además, su centro de eventos puede recibir hasta 75 personas.

Pero su atractivo también radica en su entorno, uno que protagoniza el Río Imperial -a sólo 5 metros de distancia de la casona- y donde aún hay restos del antiguo muelle, así como también hay un muelle flotante, el cual construyó Sonia con apoyo de CMPC y que tiene capacidad para 12 a 15 personas.

Asimismo, los humedales de Cullinco, que se emplazan frente a la casona y son ideales para el avistamiento de aves, se configuran como otro de los encantos del paisaje que rodea la histórica edificación.

Y, para los más deportistas, las opciones van desde aventurarse en Kayak, a la pesca y la navegación.

Visitas ilustres

“Algún acordeón lanzaba su lamento romántico, su incitación al amor. No hay nada más invasivo para un corazón de quince años que una navegación por un río ancho y desconocido, entre riberas montañosas, en el camino del misterioso mar. Así describe Pablo Neruda, en su libro “Confieso que he vivido”, su acercamiento con el Río Imperial.

Y es que el poeta se inspiró para escribir estos versos tras alojarse en la casona, en aquellos tiempos de juventud cuando se encontraba estudiando en Temuco, detalló Sonia.

Además de Neruda, por la Casona Daysu han pasado Ángel Parra, Quique Neira, Lucybell, Villa Cariño, Illapu, entre otros, quienes han podido disfrutar de este hospedaje con historia que es atendido por sus propios dueños.