Papa Francisco otorgó la indulgencia a todo el mundo por el coronavirus
Francisco dedicó unas palabras a "médicos, enfermeros, encargados de reponer los productos en los supermercados, limpiadoras, cuidadoras, transportistas, fuerzas de seguridad, voluntarios, sacerdotes, religiosas y a todos aquellos que comprendieron que nadie se salva solo".
El Papa Francisco realizó este viernes una histórica bendición “Urbi et Orbi” al mundo desde una vacía plaza de San Pedro en el Vaticano, como consecuencia de la pandemia mundial de coronavirus, que solo en Italia ha dejado más de 9.000 fallecidos.
El Vaticano ordenó el cierre de la plaza y la Basílica de San Pedro hasta el 3 de abril siguiendo con las medidas del gobierno para contener el contagio, mientras la Santa Sede ya presenta al menos cinco casos positivos.
La bendición “Urbi et Orbi” se imparte cuando un Papa es elegido, el 25 de diciembre por Navidad y en Pascua.
“Desde hace algunas semanas parece que todo se ha oscurecido. Densas tinieblas han cubierto nuestras plazas, calles y ciudades; se fueron adueñando de nuestras vidas llenando todo de un silencio que ensordece y un vacío desolador que paraliza todo a su paso: se palpita en el aire, se siente en los gestos, lo dicen las miradas. Nos encontramos asustados y perdidos”, declaró Francisco.
La ceremonia además permitió a todos los católicos del mundo obtener la indulgencia plenaria, incluyendo a los enfermos por coronavirus, quienes los cuidan y todo aquel que rece para “pedir el cese de esta pandemia, el alivio de los que sufren y la salvación eterna de los fallecidos”.
En la oportunidad, el Pontífice dedicó unas palabras a”médicos, enfermeros, encargados de reponer los productos en los supermercados, limpiadoras, cuidadoras, transportistas, fuerzas de seguridad, voluntarios, sacerdotes, religiosas y a todos aquellos que comprendieron que nadie se salva solo”.
En la misma línea, dejó en claro que son un ejemplo de valentía y generosidad porque “ante el miedo, han reaccionado dando la propia vida”.
Son “personas comunes -corrientemente olvidadas- que no aparecen en portadas de diarios y de revistas, ni en las grandes pasarelas del último show, pero, sin lugar a dudas, están escribiendo hoy los acontecimientos decisivos de nuestra historia”, argumentó Francisco.