Indignación en Argentina por liberación de miles de presos para evitar contagios de coronavirus en cárceles
Uno de los casos corresponde a Pedro Olmos, quien violó a una niña de 13 años y ahora quedó con arresto domiciliario, a metros donde vive su víctima.
Para evitar los brotes de coronavirus dentro de las cárceles de Argentina, los tribunales de justicia liberaron a más de mil delincuentes quienes deberán cumplir su condena con arresto domiciliario, lo que ha desatado la indignación de todo el país.
Hasta el momento, más de 1.700 reos han quedado en libertad en la provincia de Buenos Aires y 1.300 se encuentran a la espera del mismo beneficio.
Los tribunales argentinos ordenaron el arresto domiciliario de todos los presos por el “riesgo de contagio por coronavirus” mientras se encuentran recluidos en las cárceles, beneficiando a condenados con más de 65 años, embarazadas, con enfermedades pulmonares graves o madres con hijos menores de edad.
En el fallo, se expresa “la gravísima situación de las personas privadas de la libertad, por la superpoblación en los centros de detención” y se sostiene que “a los efectos de contener la pandemia, se dará prioridad a las personas en situación de riesgo”.
El tribunal de Buenos Aires ordenó además que se habilite el ingreso de teléfonos celulares para los internos.
Si bien quienes hayan cometido delitos graves como violación, homicidio o violencia de género no estaban contemplados dentro de los beneficiados, Infobae reveló lo contrario.
Tal es el caso de Pedro Olmos, de 68 años, quien fue condenado por la violación de una niña de 13 años y quedó con arresto domiciliario, a metros de donde vive su víctima, con una tobillera que rastrea sus movimientos.
“Si me lo cruzo, lo mato”, dijo el hermano de la víctima a Infobae.
Según el juez Víctor Violini, quien le otorgó la libertad a Olmos, el delincuente “padece distintas enfermedades que lo transforman en una persona en peligro de muerte si se contagiara el virus dentro de un calabozo”.
Otro de los polémicos casos recae en Gustavo Di Matteo, quien apenas salió de la cárcel mató a puñaladas a su ex pareja. Tras el ataque, se escapó y murió de un infarto tras chocar con su auto a dos vehículos.
A este macabro femicidio se suma Federico Benvenuto, de 33 años, quien salió el martes de la cárcel, pero al día siguiente ya estaba nuevamente detenido por asaltar una heladería y robar todo lo recaudado.
“Qué me importa que me lleven preso, salí del penal por el coronavirus. Llévame a la cárcel, porque voy a volver a salir”, le dijo Benvenuto al funcionario policial que lo detuvo.
Hugo Zuñiga Cervantes es otro de los condenados que fue liberado y que volvió a ser detenido por la policía luego que integrantes de su familia llamaran a la policía para denunciarlo porque los había agredido físicamente.
“Hace una hora detuvimos a una persona que fue liberada en función del COVID porque tiene VIH. Estaba cumpliendo una condena por robo y violencia de género y hoy recibimos una denuncia porque golpeó a sus sobrinos”, dijo el secretario de Seguridad de la Ciudad, Marcelo D’Alessandro.
Ante la ola descontrolada de delincuentes libres, la ministra de Justicia de Argentina, Marcela Losardo, señaló que “no me gusta que salgan los asesinos y los violadores a la calle. Y al Presidente tampoco. Somos gente de criterio, somos gente que conocemos el derecho y entendemos lo que les pasa a las víctimas”.
Al ser consultada por estos graves casos, contestó: “Hay que ver cada situación en particular y hacerle estas preguntas a la persona que tomó la decisión, pero no le preguntemos al Presidente o a los miembros del Poder Ejecutivo”.
Una vez que se de por finalizada la pandemia de coronavirus en Argentina, este beneficio se revocará en forma automática.