Alberto Fernández: “Deberíamos volver a la cuarentena absoluta”
El presidente de Argentina advirtió que la velocidad de contagio es más alta, por lo que no descartó imponer medidas de aislamiento más restrictivas.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, afirmó que deberían volver a la “cuarentena absoluta” a raíz del incremento de casos de coronavirus en el país. Esto, luego que se relajaran algunas medidas en ciertas provincias con bajos índices de contagio.
El mandatario trasandino dijo que la velocidad de transmisión de la enfermedad “es más alta”, por lo que se debería volver a la Fase 1 del confinamiento, aunque reconoció que por ahora no tomará esa decisión teniendo en cuenta las consecuencias sociales que ha tenido el encierro y la presión de diversos sectores por la apertura.
“Piensen que la Ciudad de Buenos Aires tiene tantos casos como la provincia de Buenos Aires, con la diferencia que la provincia de Buenos Aires tiene el triple de habitantes. Eso es una pauta de lo que nos están pasando. Los porteños creemos que esto quedó circunscripto a los barrios más humildes y esto no es así”, expresó el gobernante a Radio 10.
Fernández también criticó el “desborde” de runners que se registró en la Ciudad de Buenos Aires, los que salieron pese a que la capital argentina es una de las zonas que mantiene la cuarentena más estricta debido a la gran concentración de casos.
“Ayer abrieron calles y mejoró el distanciamiento, pero es un incentivo a salir. Si yo digo que pueden pasear por una plaza los que quieran salir a correr, la plaza se me llena. La duda que me queda es si la solución es volver atrás o poner más plazas. Porque si pongo más plazas, invito a más gente a correr”, expresó.
Cabe recordar que Argentina es el país que mantiene la cuarentena más larga de todo el planeta, ya que la inició el 20 de marzo. Con 24 mil contagios y 717 muertes, la nación trasandina aparece en la zona media en las estadísticas de la pandemia en América Latina.
La estrategia de cuarentenas extensas de Fernández ha recibido algunos cuestionamientos, ya que si bien permitió desacelerar el avance de la enfermedad por un par de meses, también provocó un fuerte impacto económico y social en los argentinos.