Tos constante reduciría fuertemente la efectividad de las mascarillas
Un estudio de la Universidad de Nicosia afirmó que la expulsión de saliva constante baja la utilidad de los tapabocas en la prevención de los contagios. Expertos afirman que el distanciamiento físico sigue siendo la principal medida.
El uso de mascarillas en espacios públicos se ha transformado en una de las medidas más necesarias para evitar el contagio con coronavirus, pero podría tener una fuerte baja en su efectividad si la persona sufre una tos constante.
Así lo aseguró un estudio de la Universidad de Nicosia, en Chipre, que afirmó que cuando una persona expulsa saliva de forma repetida puede afectar la utilidad del tapabocas, ya que las partículas pueden llegar hacia otros individuos.
Usando modelos matemáticos, los investigadores señalaron que uso de las mascarillas es efectivo sobre todo al principio de un ataque de tos: en el primer arranque, la tela es capaz de contener hasta el 91% del transporte de saliva. Sin embargo, según se incrementa en el tiempo, cada vez más gotas se escapan de la mascarilla, viajando a más de 1,2 metros de distancia.
En ese sentido, los expertos hicieron comparaciones con distintas condiciones ambientales (temperatura y viento), observando cómo las gotas llegaban más allá de los 1,6 metros de distancia en un ataque de tos prolongado de 17 segundos.
Felipe Rivera, médico broncopulmonar del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, afirmó que con este hallazgo se observa que los tapabocas pierden su utilidad a medida que se van mojando con el uso extenso.
“Se ha cometido un gran error, que es endiosar la mascarilla como el único método de protección cuando son varios”, señaló el profesional a El Mercurio.
En ese sentido, los expertos recomiendan que el uso de mascarilla esté complementado con el distanciamiento físico necesario para evitar la transmisión de COVID-19.