El impacto que tuvo el coronavirus en la TV argentina
En muchos casos se relajaron las medidas sanitarias, por lo que el aumento de casos en el país vecino golpeó a los grandes canales.
Los canales de TV en Argentina no quedaron ajenos a la situación que atraviesa el país debido al coronavirus, donde en las últimas semanas han registrado un alza sostenida de casos nuevos. Solo este 13 de julio registraron poco más de 3 mil personas contagiadas.
Los efectos de este impacto también han golpeado duramente a los distintos canales de la pantalla chica trasandina, los que comenzaron a evidenciarse a principios de junio, principalmente porque en muchos casos se relajaron los protocolos sanitarios.
El primero en darse a conocer fue el caso del periodista deportivo de El Nueve, Guillermo “Chiche” Ferro, quien contó en junio pasado que “vine por las dudas al sanatorio, pero la verdad es que no tenía síntomas, podía haberlo dejado pasar y contagiar a medio mundo, pero por suerte vine a hacerme el hisopado”.
“Prácticamente no tuve contactos estrechos con nadie la última semana. Fui al verdulero a comprar y al súper el otro día. Vivo solo y el resto de mi familia vive cada uno en su casa”, agregó, mientras estaba en un hotel a donde fue trasladado para no mantener contacto con nadie, consignó La Nación.
El Nueve rápidamente actuó tras la confirmación de Ferro, por lo que obligó a todos los empleados “que tuvieron contactos casuales con el Sr. Ferro el día viernes para que guarden aislamiento social estricto por las próximas 72 horas e informarles los pasos a seguir”.
Tras este caso, poco a poco los contagios de coronavirus en la TV argentina comenzaron a ir en aumento.
El polémico caso en Telefé
Uno de los más polémicos que se registraron fue en el programa El Precio es Justo de Telefé, donde tres productores dieron positivo por COVID-19, lo que ocurrió luego de que un funcionario de aseo del canal fuera confirmado como un caso activo.
La situación tomó otros ribetes cuando la conductora del programa de concursos, Lizy Tagliani, quien había iniciado una cuarentena preventiva, también había contraído el virus. Toda esta situación provocó que el canal decidiera suspender el programa de manera indefinida el pasado 29 de junio, reemplazándolo por la teleserie Avenida Brasil.
Pero todo se complicó cuando la prensa argentina filtrara una imagen del equipo de El Precio Justo en el que no se respetó casi ninguna medida de prevención.
En El Trece no hubo mayor repercusión
Además de El Nueve y Telefé, en El Trece se encendió la alerta por el caso que presentó un funcionario del área creativa, que dio positivo el 11 de junio, pero solo una semana después se dio a conocer a la opinión pública.
En un comunicado del área de Recursos Humanos a los funcionarios, el canal indicó que el trabajador fue por últimna vez el 5 de junio y no estuvo más de dos horas en las instalaciones. “A través de entrevistas y corroborado con las cámaras de seguridad, pudimos determinar que no hubo contacto estrecho con otros empleados, no siendo necesario aislar a persona alguna”, detalla el mail enviado a los trabajadores de El Trece, según consignó Página 12.
La decisión de Jorge Rial
En el canal América TV de Argentina también se tomaron resguardos ante el coronavirus, luego de que uno de los iluminadores diera positivo en el test. Esto obligó al conductor Jorge Rial, quien está al mando de Intrusos, a tomar la decisión de comenzar a conducir el espacio de farándula desde su casa, tomando en cuenta que forma parte del grupo de riesgo, producto de los múltiples problemas cardíacos que lo afectan.
“Estamos todos cagados, pero es el cagazo en el que no hay que hacerse uno bollito y ponerse a llorar. Es el cagazo de la prevención. Nosotros los medios, porque leemos las noticias, creemos que no nos contagiamos. Pero la pantalla, ese vidrio, lo rompe. Y ver cómo se quiere politizar esto para ver quién tiene más o quién tiene menos, me parece canallesco. De una bajeza absoluta. Creyendo que no les va a llegar a ellos”, señaló el 19 de junio en el mismo programa Intrusos.
Agregó que “tomé la decisión de guardarme en mi casa. Por lo menos, hasta fin de mes, como para ver cómo se desarrolla todo. Con esto quiero decirles que dejemos de creernos imprescindibles. No es fácil, porque nuestro ego es enorme y el maquillaje te entra por los poros y se te queda en el corazón. Y pensás que si no venís, Intrusos no va a seguir y la tele va a desaparecer”.
Por otro lado, Intrusos comenzaría a rotar a sus panelistas, “y todo lo que hiciera falta”, para evitar nuevos casos de COVID-19.
Podemos Hablar, la última víctima
Este miércoles, el conductor del programa Podemos Hablar, Andy Kusnetzoff, confirmó este martes que dio positivo a un test de coronavirus.
“Yo estoy bien, pero el sábado, en la misión solidaria, llegué medio baqueteado: estaba con un poco de tos. El domingo seguí con bastante tos; fiebre no tuve nunca. Por precaución el lunes me hice ver y fui a la clínica donde estoy ahora. Me hice el hisopado y di positivo en el COVID-19”, contó en su espacio Perros de la calle de FM Metro.
Posteriormente, utilizó su cuenta de Instagram para dar cuenta de su estado: “Hola a todos. Les quiero compartir que el sábado por la noche empecé a sentir dolor en el cuerpo y tos. Me hice el hisopado y me dio positivo. Estoy bien y aislado. Mi familia está bien. Cuídense mucho”.
“La TV estaba transgrediendo los consejos sanitarios”
Ante la situación que atraviesa la industria televisiva, la Secretaria de Comunicación y Actas de la Asociación Argentina de Actores (AAA), Susana Varela, aseguró a Telam que desde la organización previeron que “por el coronavirus la cosa se iba a complicar mucho y que la TV estaba transgrediendo los consejos sanitarios”.
“Siempre fuimos muy rigurosos y hemos ido confeccionando protocolos para las diversas áreas de nuestra actividad audiovisual, pero también entendemos que la actuación no sea considerada actividad esencial”, agregó.
Bajo esa misma línea, se sumó el dramaturgo y director teatral Mariano Tenconi Blanco, quien manifestó que “a los trabajadores del teatro y el cine nos toman por tontos. Es así”. En ese sentido, indicó que el hecho de que a los programas televisivos de entretenimiento les han permitido “seguir trabajando sin parar ni un solo día y a los demás no nos hayan permitido trabajar ni un solo día, refleja una enorme injusticia”.
“Es extraño que los protocolos para teatro y cine hayan sido tan rigurosos, que pasamos 96 días sin trabajar, y que para televisión hayan sido tan laxos y no hayan tenido que parar jamás. Y nadie pretende trabajar sin cuidados, sino simplemente que las cosas sean justas para todas las actividades”, agregó al citado medio.