Dos peluqueras con COVID-19 atendieron a 139 clientes usando mascarilla y no contagiaron a ninguno
El caso ocurrió en Estados Unidos y está siendo investigado por las autoridades. Preliminarmente se señala que el uso de tapabocas fue fundamental para frenar la transmisión.
El Centro de Control y Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC, por sus siglas en inglés) está investigando con detalle el caso de dos peluqueras de la ciudad de Springfield, en Missouri, quienes tenían COVID-19 y no contagiaron a los 139 clientes que atendieron.
El organismo sanitario publicó el caso sin citar nombres, pero puntualizando que se trató de un local de la cadena de salones de belleza Great Clips. El recinto seguía el protocolo recomendado, basado en el uso de mascarillas tanto para las estilistas como los usuarios.
El estudio señaló que la “estilista A” comenzó a tener síntomas del coronavirus el 12 de mayo y siguió trabajando por ocho días más. Su compañera, denominada como “estilista B”, experimentó problemas respiratorios tres días después, el 15 de mayo, siguiendo con sus labores por cinco jornadas más.
Entre ambas peluqueras cortaron el pelo a 139 personas, todo esto antes que el examen de PCR diera positivo por COVID-19 y las obligara a tomar cuarentena.
Las autoridades sanitarias iniciaron el trabajo de trazabilidad y se contactaron con todos los clientes que pasaron por estas dos trabajadoras. A todos se les exigió tomar una cuarentena, aunque ninguno experimentó síntomas. A todos se les ofreció el test, aunque 67 de ellos (casi la mitad del total) accedió inmediatamente. Todos dieron negativo.
Un mes después se volvió a contactar a los clientes, y de ellos 104 respondieron que no habían tenido ningún problema de salud. Su edad media era 52 años, el 74% era hombre y su estadía en el salón se extendió por cerca de 20 minutos.
Aunque faltan evidencias por recoger, el CDC apunta a que el uso de las mascarillas fue fundamental para evitar la transmisión del coronavirus. Las trabajadoras ocupaban de forma alternada las mascarillas de tela o quirúrgicas desechables a la hora de recibir a sus clientes.
Otra observación importante es que cuando el local estaba vacío o cuando ellas terminaban su jornada laboral no usaban el tapabocas con la misma frecuencia. En esos momentos se habría concretado el contagio.
Para Estados Unidos el uso de mascarillas ha sido una de las medidas más complejas de implementar, ya que inicialmente fue rechazada por el mismo Presidente Donald Trump. La explosiva alza de casos en Florida y California hizo que el mandatario echara pie atrás y apareciera públicamente usando el elemento de protección.