Argentino que fue abusado sexualmente por sacerdote asegura que Papa Francisco le pidió que no denunciara
Sergio Decuyper tenía 5 años cuando fue violado en su casa de Paraná por su tío, el cura José Francisco Decuyper.
Una polémica denuncia realizó un argentino quien acusó a su tío sacerdote por abuso sexual y al Papa Francisco por encubrimiento.
Según relata Sergio Decuyper, de 42 años, tenía 5 años cuando fue violado en su casa de Paraná, al norte de Argentina, por su tío, el cura José Francisco Decuyper. Ahora, viviendo en España, hizo pública una carta dirigida a Jorge Bergoglio, revelando su dolor y acusándolo de encubrimiento.
La misiva, publicada por Clarín, tiene por título: “La víctima soy yo. Y yo soy católico”, y señala que habló con el Papa varias veces de este abuso, por teléfono y en persona, y sus consejos siempre giraron en torno al encubrimiento.
“Querido Papa Francisco: Me pediste que sea creativo, que mi testimonio fuera a ayudar a las otras víctimas de Paraná. Me llamaste, me recibiste en tu casa, me escuchaste. Aunque no estoy de acuerdo con los consejos que me diste, yo te agradezco. Tú dices que el ‘chusmerío’ es el peor veneno social, ayúdame a cortarlo de raíz”, comienza la carta.
“El abuso fue en 1982. En la casa de mis abuelos paternos, un fin de semana que mi tío vino de visita. El abuso fue en el baño. Él ya era sacerdote, trabajaba en el Seminario de Paraná”, contó Sergio Decuyper al medio trasandino.
“Fue mi esposa, médica, la que se dio cuenta que yo tenía un trauma profundo. Soy homosexual y ahora puedo decirlo. Y ella ahora es mi amiga, me apoya y me acompaña en todo el proceso”, reveló.
Cuando descubrió el origen de sus pesadillas y sus traumas, acudió donde el Papa Francisco. “Hablamos media hora. Me dijo que me creía, pero que era algo muy común. Que yo tenía que hacer terapia para estar bien, pero que no se lo tenía que contar a nadie, ni a mi familia, porque les iba a hacer daño. Me dijo que yo tenía que trabajar mucho en el perdón y perdonarlo”, agrega el denunciante.
En abril, asegura, viajó a Argentina y se lo contó a su familia, que también le pidió que no dijera nada ni tampoco hiciera la denuncia.
Sergio agrega que fue a ver a su tío, internado, quien ahora tiene 85 años y Alzheimer, por lo que no lo reconoció. “Me cuesta perdonarlo, pero sé que no lo odio, y creo que él también tiene traumas y es una víctima del sistema”, se lee en el texto publicado.
Respecto al objetivo de hacer públicos los dichos del Papa Francisco, él asegura: “Primero conseguir salud. Ánimo a las víctimas para hablar. Yo tengo un sistema de contención muy fuerte. Por eso, pienso que quisiera crear, por ejemplo, un sistema para las víctimas en Paraná. Los sueños hay que empezarlos de a poquito”.