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Actualizado el 6 de Octubre de 2020

“Jamás lo amenacé de muerte”: revelan la declaración judicial de Nano Calderón

Este es el primer testimonio que se conoce del hijo de Raquel Argandoña tras el ataque que le propinó a su padre el 11 de agosto.

Por Rodrigo León
nano calderón declaración judicial
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El matinal Buenos Días a Todos de TVN dio a conocer este martes algunos extractos que forman parte de la declaración judicial de Nano Calderón, la primera que se conoce tras los hechos ocurridos el pasado 11 de agosto, cuando atacó a su padre, Hernán Calderón Salinas, con un cuchillo corvo.

De esta manera, en primera instancia, el joven recordó cuando su pareja, Rebeca Naranjo, le reveló el acoso del que sería víctima por parte del abogado. “Me menciona que mi padre la estaba acosando un tiempo y me muestra unos mensajes, en donde salía una pregunta que mi padre le hacía a ella, preguntando si le excitaba acostarse con alguien menor a ella”, señaló el estudiante de Derecho.

Este episodio provocó que Calderón Argandoña tomara la decisión de irse del departamento de su padre y regresar al suyo junto a su polola. Eso sí, encaró al abogado por esta situación. “Me voy a la habitación de mi padre, a su baño específicamente, le digo que tenemos que hablar. Él estaba en la tina, me menciona que después. Yo le digo que es muy importante, le menciono lo que me dijo Rebeca, le pregunto si era cierto lo del acoso”, explicó.

En la declaración judicial, Nano Calderón aseguró que su padre negó las acusaciones, por lo que llama a Naranjo y la pone en altavoz para confirmar su relato. “Una vez que confirma, yo corto el teléfono, le lanzo un golpe a mi padre, un golpe con mi mano derecha, un golpe de puño hacia su cabeza”, afirmó.

“Quiero aclarar que en esta pelea yo insulté a mi papá, le dije que era un conch… we…, que cómo pudo hacerme esto. Pero jamás lo amenacé de muerte”, aseguró. En cuanto al disparo que propinó en la habitación de su padre, Calderón Argandoña declaró que “me alejo hasta la entrada del baño, guardo el celular y con el arma doy un tiro desde el baño, hacia el escritorio de la habitación, hacia un lugar específico donde no haya rebote ni daño a tercero”.

Ante este violento episodio, el joven dejó en claro que con su padre “antes teníamos una relación súper buena, típica de padre e hijo, íbamos al campo juntos, una muy buena relación. Nunca habíamos tenido una discusión a golpes, yo siempre lo admiré mucho”.

11 de agosto

Sobre el ataque ocurrido el 11 de agosto, Nano Calderón consignó en su declaración judicial que llegó hasta el departamento con los pantallazos de las conversaciones que Hernán Calderón Salinas sostuvo con Rebeca Naranjo. En el lugar, también estaba Patricia, pareja de su padre.

“Patricia al ver los mensajes tuvo una mini discusión con su padre, le dice que esto lo veía venir y lo increpa dándole unos golpes como empujones en el pecho”, señaló y aprovechó de preguntarle a la mujer si estaba al tanto de esta situación. “Me dice que no, pero que lo sospechaba porque le había echo escenas de celos antes”, dijo.

En este punto, las palabras de Nano difieren de lo declarado por su padre en la querella por parricidio frustrado que presentó en su contra. En él, el abogado había asegurado que el joven había empujado a su pareja y se había golpeado al caer en una mesa de arrimo. Sin embargo, el estudiante de Derecho afirmó que “en un momento mi padre se tambalea detrás y Patricia intenta agarrarlo y caen los dos encima de un velador que había en el living. Después de eso se paran rápidamente y mi padre se abalanza sobre mí y continuamos la pelea a la entrada del departamento”.

Además, Nano Calderón aseguró que su padre lo amenazó con meterlo preso, por lo que en ese momento, saca el cuchillo y le hace un corte entre el dedo pulgar y la muñeca de la mano derecha, para luego irse.

En el ascensor, aseguró, “me fijé que tenía sangre en las manos, sin saber si era mía o de mi padre. Abro la cámara del celular y la pongo contra el espejo, apunto hacia mi hombro y tomo la foto para saber si tenía sangre en la espalda”.

Sus días prófugo

Una vez que se conoció la noticia del ataque a su padre, el joven se mantuvo prófugo por casi una semana. En su declaración judicial, Nano Calderón aseguró que durante esos días se estuvo quedando en la casa de un amigo en Lampa y en el departamento de una amiga de su madre, Raquel Argandoña.

“A ese departamento fueron unos psicólogos y psiquiatras a verme. Y luego de eso yo entré a una clínica psiquiátrica”, relató.

Además, reveló que una vez detenido, y gracias a un celular que le prestó Gendarmería, logró comunicarse con su padre. “Yo no llamé a mi papá, solo hablé con él estando yo ya recluido en la cárcel. Ahí lo llamé desde una celular que me facilitó Gendarmería y le ofrecí disculpas”, indicó.

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