La demanda que presentaron ex integrantes de Sabingo en contra de Chilevisión

El pasado 11 de septiembre, Felipe Gálvez, conocido popularmente como “Doctor Pichangas“, junto con Paulina Álvarez, presentaron una demanda laboral en contra de Chilevisión en que piden que se declare existencia de relación laboral, despido injustificado, nulidad del despido y cobro de prestaciones e indemnizaciones laborales.

Esta acción judicial ocurre luego de que el 30 de mayo ambos fueran desvinculados del canal, donde ejercían como panelista y productora gastronómica, respectivamente, del programa Sabingo, que se emite los fines de semana.

Según consigna el documento que se encuentra disponible en el sitio web del Poder Judicial, ambos comenzaron a trabajar en el canal privado el 8 de mayo de 2019, pero en ese momento los contratos nunca se escrituraron por lo que se encontraban en “informalidad laboral”.

En el programa que hoy lideran Millaray Viera y Juan Pablo Queraltó, tanto Gálvez como Álvarez, tenían “la obligación de participar en todo el proceso para dar a conocer las recetas en el programa, desde su planificación, compra de ingredientes, preparación del set y ejecución de las recetas”.

En cuanto a sus jornadas de trabajo, no tenían una estipulada, por lo que tenían que asistir cada vez que se lo solicitaban. Por lo general, era una o dos veces a la semana, aseguran, jornadas de trabajo que eran programadas por el canal “de manera unilateral” en un “día y horario determinado, donde nuestra asistencia era obligatoria”. Esto se sumaba a su presencia en reuniones de pauta y programación.

Así, la relación laboral entre ambas partes siempre fue de “una manera normal y amena”. Incluso, aseguraron que “era un agrado prestar servicios para CHV, sobre todo dentro del programa Sabingo, pues nos permitía realizar trabajos relacionados con nuestra área de vocación: la gastronomía”.

A pesar de eso, siempre les llamó la atención “la informalidad laboral en la que nos desempeñábamos, pero teníamos la esperanza de que el canal regulara correctamente, de manera eventual, nuestra situación”.

Suspensión de grabaciones y despido

Con motivo de la emergencia sanitaria que se decretó en el país por el COVID-19, la última grabación a la que asistieron se efectuó el 4 de marzo, según consta en la demanda contra Chilevisión. En ese entonces, les explicaron que se suspenderían los trabajos por la pandemia y que en algún momento éstas se retomarían. Con esto, dejaron en claro que “nunca se señaló una cancelación permanente del programa ni de nuestra participación en el segmento de cocina de Sabingo”.

El 16 de marzo, la funcionaria de piso de Chilevisión, Gabriela Trufello, les comunicó vía WhatsApp que las grabaciones continuarían suspendidas por el coronavirus y que semana a semana se les iría informando cómo continuaría la situación.

Pero un mes más tarde, el 16 de abril, la productora de Sabingo, Jessica Ortega, les comunicó que se les suspendería el pago de su remuneración hasta nuevo aviso, recalcando que la decisión aplicaría para “todos los panelistas y noteros que prestaban servicios ‘a honorarios’ en el programa”, no así para quienes tienen contrato.

Según les explicó Ortega en esa oportunidad, la decisión se debía “a que el programa no tenía presupuesto suficiente como para sustentar nuestras remuneraciones”. Tanto Gálvez como Álvarez solicitaron que esta notificación fuera entregada de manera formal, pero, según su declaración, la productora les dijo que con esta llamada telefónica bastaba.

Finalmente, el 8 de mayo recibieron por correo electrónico una carta titulada “Término de contrato de prestación de servicios”, donde se les anunció que la relación laboral finalizaría el 31 de mayo. En el documento, según explicaron en la demanda contra Chilevisión, “no se hace mención a causal legal alguna que justifique el término del contrato de trabajo”.

“Es de esta manera como CHV nos despidió, sin ningún tipo de pago por el tiempo trabajado y sin haber formalizado la relación laboral, tratando de encubrirla hasta el último momento con una supuesta relación civil, que en la realidad no es más que una artimaña para la elusión del cumplimiento de las obligaciones que la legislación laboral nacional nos procura”, manifestaron.

Con la copia de las cartas que recibieron, indicaron que “Chilevisión no invocó ninguna causal de despido para proceder al término de la relación laboral, reconociendo que existe un término anticipado y que se debe, de todas maneras, a la contingencia por coronavirus, que implicó una suspensión en la producción y grabación de diversos programas televisivos”.

“De esta manera, nuestros despidos son injustificados, sin perjuicio del resto de irregularidades que se hacen valer en las pretensiones de esta acción”, agregaron.

¿Qué buscan conseguir?

Con los argumentos expuestos en la demanda contra Chilevisión, tanto Felipe Gálvez como Paulina Álvarez le exigen el tribunal que el canal reconozca la relación laboral entre ambas partes, según lo establece el artículo 7º y 8º del Código del Trabajo. Con eso, además, que se reconozca que la estación no cumplió con las formalidades del despido, el que fue injustificado, indebido y contrario a derecho.

Por lo mismo, los demandantes esperan que la estación perteneciente al grupo Turner les pueda pagar las cotizaciones de seguridad social adeudadas durante el periodo en que duró la relación laboral. Por lo mismo, se debiese sancionar al demandado “con el pago de las remuneraciones y prestaciones” que establece los incisos 5º, 6º y 7º del artículo 162 del Código del Trabajo.

Luego de que el tribunal diera curso a la demanda en contra de Chilevisión, se anunció que el próximo 3 de diciembre se llevará a cabo una audiencia preparatoria entre ambas partes.

Consultado por esta demanda en contra de Chilevisión, Gálvez se excusó de entregar más detalles a EL DÍNAMO.