Doctor Pichangas y demanda laboral en contra de Chilevisión: “No podemos normalizar lo que no es justo”
El cocinero presentó en septiembre una demanda laboral en contra del canal privado, luego de que en mayo fuera desvinculado.
Hace unos días, EL DÍNAMO dio a conocer la demanda que presentó Felipe Gálvez, popularmente conocido como “Doctor Pichangas”, junto a su asistente gastronómica, Paulina Álvarez, en contra de Chilevisión. En ella, exigen que se declare existencia de relación laboral, despido injustificado, nulidad del despido y cobro de prestaciones e indemnizaciones laborales. y el próximo 3 de diciembre ambas partes se enfrentarán en una audiencia preparatoria ante tribunales.
En conversación con EL DÍNAMO, el cocinero explicó que decidió interponer esta acción judicial tras reconocer que con la estación “siempre tuvimos una relación de trabajo bien de dependencia, en términos que el canal fijaba horarios de grabación, recibíamos instrucciones, teníamos que hacer reuniones de pauta para decir lo que íbamos a cocinar. Mi asistente gastronómica, que es Paulina, tenía que hacer compras, rendir cuentas, y esa relación de dependencia siempre existió”.
Los hechos que lo motivaron a tomar esta decisión se desencadenaron en marzo, asegura, tras la última grabación del programa Sabingo en la que participaron. En ese momento, le anunciaron que se suspenderían los trabajos producto de la pandemia. Pese a que se les informó que “estuviéramos tranquilos” y que se les avisarían los avances semana a semana, eso no ocurrió. “La primera semana avisaron y de ahí dejaron de llamarnos”, aseguró Gálvez.
A mediados de abril, les comunicaron que no se les pagaría el mes correspondiente. “Cuando pregunté los motivos me dijeron que no había presupuesto. Siempre estuvimos muy a disposición, manifestando si querían hacer cosas online, como estaba haciendo el resto de los canales, con contenidos desde la casa. Pero dijeron que no, que no iban a pagar ese mes. Les dijimos que si esto iba a ser así, que por lo menos lo formalizaran por un correo y nos dijeron que no, que con la llamada podríamos darnos por enterados que no iba más”, relató el demandante.
Pese a la respuesta que recibió, el “Doctor Pichangas” insistió con llamados y correos electrónicos para exigir una respuesta formal por parte del canal. Incluso, decidió enviar de igual manera la boleta de honorarios correspondiente. A principio de mayo, en tanto, la producción de Sabingo se comunicó con él para notificarlo de su despido, el que se hizo efectivo el 31 de ese mes. Eso sí, le aseguraron que los sueldos de abril y mayo sí serían pagados. “En todo ese enredo, yo dije que no tenía problemas en ser despedido, no iba a ser el último individuo en ser despedido, pero háganlo bien”, aseguró.
“Siempre el tema de honorarios nos pareció raro… Pero después con el tiempo, efectivamente, lo que corresponde, cuando hay una relación de dependencia, es que haya un contrato laboral. En algún momento lo manifestamos y nos dijeron que eso no era posible para ningún panelista”, explicó, y como la relación con el equipo siempre fue “cordial”, no quisieron insistir en el tema, principalmente porque “tengo personas a mi cargo, en este caso que es Paulina, que tiene necesidad de trabajar, por lo que no iba a poner en peligro su fuente laboral por insistir por un tema de contrato”.
Malas prácticas
Uno de los puntos que llamó la atención de Felipe Gálvez fue que cuando recibió la carta por término de servicio, en ninguna cláusula le explicaron los motivos de su despido. Más extraño le pareció que, aunque trabajaba a honorarios, existió “este enredo con los pagos”.
“La forma en que lo hicieron no me gustó, creo que fue súper incorrecta. Si vamos a trabajar, hagámoslo bien, basta de hacer las cosas de mala manera”, aseveró.
A raíz de toda esta situación, decidió hablar con un abogado. “Yo soy un cocinero, no tengo por qué estar enterado de las leyes, pero el abogado me hace ver que con todo el escenario hay una relación de dependencia encubierta, una prestación de servicios y le dije ‘bueno, haz lo que tengas que hacer’”, relata, lo que posteriormente dio curso a la demanda que presentaron.
Pese a esto, Gálvez dejó en claro que no tiene intención alguna de lucrar con el juicio que se avecina, sino que exige lo que le parece justo.
Esta es primera vez que se enfrenta a una situación así, asegura. En su experiencia anterior en Chilevisión, con Cocineros Chilenos, fue la primera vez que Gálvez experimentaba en televisión y ahí no tenía consciencia de cómo era la relación laboral. Ahí también ofreció sus servicios a honorarios, pero en este caso sabían que había una fecha de término de grabaciones y después el programa no seguía. “Sabíamos cuánto duraba y cuántos capítulos teníamos que grabar. La relación también era a honorarios y lo que me explica el abogado es que siempre bajo los formatos en que yo trabajaba, también había una relación de dependencia”, sostuvo.
Con la acción judicial en curso, también da cuenta que su situación es algo que “le pasa a mucho panelista y gente de televisión que se les hace firmar contratos de servicios, cuando deberían ser contratos laborales”.
En ese sentido, explicó que existen todas las condiciones para haber tenido un contrato laboral. Esto lo ejemplifica con que “no podía dar entrevista a otros medios sin pedirle permiso al canal y cuando eres prestador de servicios, puedes hacerlo cuando quieras porque no eres empleado. Por otra parte se fijan horarios de grabación de forma arbitraria, cuando prestas servicios a honorarios puedes pactar tú los horarios, haces algo y te retiras”.
Consultado por si esta situación condiciona su futuro en algún proyecto en la pantalla chica, Felipe Gálvez aseguró que no es algo que le preocupe actualmente.
“Creo que hay que acabar un poco con el mito de que cuando uno demanda a un empleador eso implica que uno queda vetado de cierto medio. Es más, mucha gente no ha demandado por sentir que puede quedar, de cierta forma, marcada para el futuro. Creo que es una práctica injusta, uno no tiene por qué renunciar a derechos. Si uno estuviese pidiendo algo que no es justo, siéntete vetado por el medio porque eres alguien problemático, pero cuando se trata de que se haga solamente justicia, que es lo correcto, no veo problema”, manifestó.
En esa misma línea, agregó que “si a los medios no les llega a parecer que haya presentado una demanda contra un canal de TV por algo que considero justo, no es mi espacio. Además, tengo otra industria, trabajé muchos años en industria de tecnologías, en otras cosas antes, hablo idiomas, tengo buen pasar. No dependo de la tele, pero nunca hay que escupir al cielo, en la TV se pasa bien y nunca tuve problemas con el equipo de Chilevisión, siempre fue un ambiente bien ameno, pero basta ya de normalizar algunas prácticas“.
Junto con eso, recalcó que no es el único que está en una situación así y tomó el caso de Daniela Urrizola, quien también presentó una demanda por una situación parecida a la de él. “Están los antecedentes de Daniel Stingo, TVN tiene la demanda de Chiqui Aguayo y Álvaro Escobar”, añadió.
Sobre esto, insistió: “Dejemos de normalizar las malas prácticas, porque ese es el tema. En este país que suceden muchas injusticias, y peores, no podemos normalizar lo que no es justo. Si vas a trabajar a alguna parte, que te contraten como tiene que ser y eso no me parece a mí un constitutivo de quedar marcado en un medio. Tengo la mejor predisposición de trabajar donde sea, donde las reglas del juego sean claras”.
Cocina en pandemia
El popular Doctor Pichangas es claro en asegurar que no estudió gastronomía y que entró a la cocina “por la puerta de atrás”. Además de desempeñarse en empresas de tecnologías, fue gerente comercial en una empresa multinacional norteamericana. Si bien todo partió como un hobby, fue hace cinco años que decidió hacer de la cocina su oficio.
Producto de la pandemia del coronavirus, también tuvo que buscar otra manera de generar ingresos, por lo que actualmente se está desempeñando en generación de contenidos digitales para marcas del rubro alimenticio, como desarrollo de recetarios o pruebas de productos que se van a lanzar al mercado.
“También estoy haciendo mucha clase online. Tengo una plataforma que es propietaria de un desarrollador de software, un streaming muy similar a un Zoom o Google Meet, que permite tener multicámaras. No hago clases particulares, es un servicio que le vendo a empresas, ellos les regalan las clases a sus empleados”, contó.
Así, por ejemplo, para las pasadas Fiestas Patrias, una empresa de tecnologías le regaló a sus trabajadores una clase de empanadas. “Yo les mando el link y hago el show de cocina vía online en esta plataforma en que se pueden emitir contenidos de lo que quieras. Todo en un link cerrado, interno, solamente para eso”, agregó.