La versatilidad de los vinos Rosé para este verano
Este tipo de vinos son perfectos para comenzar la época de brunchs al aire libre, para aperitivos en la terraza, o simplemente para relajarse después de un intenso día laboral.
Se acerca la temporada de calor, en la que las bebidas refrescantes toman mayor protagonismo, y el vino rosado no se queda atrás. Esta tendencia, que se ha posicionado en los principales mercados del mundo durante los últimos años, ha logrado cautivar también a los chilenos.
Con una personalidad y versatilidad similar al espumante, su origen radica en el sur de Francia, en regiones vitivinícolas como Provenza, donde el primer vino que se elaboró en la zona fue el Rosé, a partir de la variedad Cinsault y de donde proviene la mayor producción de rosados de ese país.
El consumo del Rosé ha ido en aumento considerablemente, ya que si bien son sinónimos de calor y terrazas, su versatilidad invita a disfrutarlos en las distintas estaciones del año y en cualquier ocasión. Su atractivo color rosa expuesto en una copa de vino fría invita a ser bebido al instante y a deleitarse de una frescura intensa.
Por ejemplo, el Rosé de la línea de Marques de Casa Concha de Concha y Toro, se caracteriza por su color damasco pálido, con notas de granada y melón rosado. De estilo seco, en boca se muestra untuoso, cálido y graso, con notas minerales, frescas y delicadas, que culminan en una extraordinaria armonía.
Según el enólogo de Concha y Toro, Marcio Ramírez, la uva del Rosé se cosecha a mano y se prensa directo para sacarle el jugo. “Es una variedad tinta y, como está poco tiempo en contacto con el hollejo, obtiene ese color delicado y suave que uno puede ver en los rosados. También, le agregamos un poco de Carménère y de garnacha que ayudan al tono y le da una complejidad en los aromas”.
Así lo representa el Rosé de Concha y Toro, de color damasco pálido y aromas frescas a granada y melón. La sensación en su sabor es suave y cremosa, junto a un toque mineral y un final fresco pero delicado.
Casillero del Diablo también cuenta con un Rosé de notas de moras silvestres, frambuesas y frutillas recién cosechadas. Este vino, que conquista por su marcado frescor y balanceada acidez, desde un comienzo destaca con sus notas de moras y ciruelas.
Los rosados, que de por sí son glamorosos, además son perfectos para comenzar la época de brunchs al aire libre, para aperitivos en la terraza, o simplemente para relajarse después de un intenso día laboral.
Pensando en estos panoramas, el enólogo de Concha y Toro plantea que acompañar estos vinos con el maridaje adecuado es esencial. “Puede ser acompañado con quesos bastante frescos, por ejemplo, una entrada de queso fresco con tomates, queda espectacular. También, se puede maridar con un ceviche de pescado blanco, como la reineta, queda súper bien. Incluso con algunos postres, como fruta picada, por lo delicado que es este vino”, aconsejó Marcio Ramírez.