Advierten que la vacuna contra el COVID-19 podría ser menos efectiva en personas obesas
Algunos investigadores temen que el Índice de Masa Corporal sea un factor negativo a la hora de conseguir la inmunidad frente al coronavirus.
La obesidad es uno de los mayores factores de riesgo frente al contagio con COVID-19 y también podría tener un efecto negativo en la vacuna que se está desarrollando para frenar la pandemia del coronavirus.
Un artículo publicado por la revista Nature mostró los temores de los investigadores mostrando el caso de México, uno de los países con una de las tasas más altas de fallecimientos por casos positivos, y donde el sobrepeso ha sido un factor directo de las complicaciones.
Un estudio realizado por la epidemióloga Lin Xu de la Universidad Sun Yat-Sen en Guangzhou, China, demostró que “el IMC (Índice de Masa Corporal) se asocia con la gravedad de la enfermedad”.
La obesidad se correlaciona con una respuesta inmune debilitada al COVID-19. Y las vacunas para un puñado de otras afecciones a menudo no funcionan tan bien en personas obesas, por lo que se cree que una inyección podría no brindar tanta protección como quisieran los investigadores.
“Nos preocupamos por eso”, afirmó Donna Ryan, una experta en estudios de obesidad en el Centro de Investigación Biomédica Pennington en Baton Rouge, Louisiana.
Aunque aún no hay seguridad sobre la posible influencia de la obesidad en la eficacia de la vacuna, la propia Ryan afirmó que de todas formas se podría compensar este problema en medio de los ensayos clínicos.
“Dar a las personas obesas dosis adicionales del fármaco es una posibilidad. Tal vez tres inyecciones en lugar de dos, tal vez una dosis mayor; no deberíamos simplemente levantar las manos y decir que no va a funcionar”, afirmó.