El sistema de recompensa del cerebro y su relación con las adicciones

Según el portal Drugbase, dependiente del departamento de Salud de Estados Unidos, el cerebro humano cuenta con una zona denominada ganglios basales, que participan en el “circuito de recompensas“.

El gozo que siente una persona por una rica comida, una experiencia sexual o los juegos, provienen de lo que se conoce como sistema de recompensa del cerebro. No obstante, en realidad no se encuentra un pequeño núcleo encargado de ese placer.
De hecho, el circuito de recompensa está compuesto por una diversa y compleja estructura que al trabajar unidas determinan qué es lo bastante placentero a modo de querer repetir dicho comportamiento y llevar a un hábito.

Desafortunadamente, el sistema no reconoce entre lo bueno y lo malo para nosotros, ya sea pasar el tiempo con un buen amigo o el abuso de estupefacientes. El circuito de recompensa es el modo en que solo un trago o “doparse” tan solo una vez, logra inducir a deseos evidentes y una compulsiva adicción.

Las personas que se transforman en adictas a una droga, o bien al juego, generan hiperactividad en este circuito, produciendo euforia. Pero luego, este mecanismo se adapta y pierde efectividad, por lo que se requieren mayores y mayores estímulos para mantenerlo activo.

¿Qué estructuras son las que crean el sistema de recompensa?

De manera obvia, el cerebro no es algo sencillo de entender. Es por eso que sería más simple verlo como una máquina bien engrasada que requiere de muchas partes para funcionar.

Diferentes partes del cerebro:

• El estriado: este fragmento del cerebro prácticamente se encarga de manera inmediata si queremos que se repita o aleje de un estímulo. Cuerpo estriado o también conocido como núcleo estriado, realiza un papel esencial a la hora de captar recompensas, la motivación, la planificación y la toma de decisiones.
• VTA (Área ventral tegmental): es una de las dos áreas que se encarga de producir dopamina, la cual se encuentra en el mesencéfalo.
• El núcleo accumbens: es una parte del cuerpo estriado en el prosencéfalo basal, el que se encarga de recibir dopamina del VAT, procesa e impulsa una conducta.
• La amígdala: su deber es fundamental en el proceso de las emociones, formando una pequeña agrupación de neuronas con forma de almendra, y esta se encuentra en el lóbulo temporal medial.
• El Hipocampo: más distinguido por ser el centro de memoria del cerebro y aprendizaje, se encarga de la memoria declarativa, esencial para las emociones y aprendizaje.
• La corteza prefrontal: desempeña una parte esencial a la hora de tomar decisiones, comportamientos cognitivos y razonamientos. Está en la parte frontal del lóbulo frontal.

En cuyo caso de adicción, el exceso de estupefacientes, libera una descarga de dopamina que sustenta las diferentes partes del circuito de recompensa.

Según el portal Psicología y Mente, algunos de las adicciones más comunes son el alcohol, la nicotina, los psicofármacos, la cafeína, opiáceos, esteroides, cannabis, pornografía y ludopatía. Respecto a este último punto, el portal SlotJava recopila 17 portales con juegos de casino online en Chile, y la mayoría de ellos ofrece diferentes bonos de bienvenida para impulsar el juego.

A las personas que caen en este recorrido negativo de adicciones, se les hace muy difícil salir sin ayuda profesional, y comprometen su salud y su relaciones personales, cualquiera sea su adicción.

¿Cómo funciona el circuito de recompensa del cerebro?

En cierta medida, la dopamina “despierta” todas las partes que lo componen, las cuales son responsables de explicarle al cerebro si la actividad o sustancia es placentera, decidiendo crear recuerdos declarativos sobre el placer y definiendo si el cerebro debe o no estar en el futuro motivado por el mismo estímulo.

Al ingerir alcohol o drogarse, el consumo de las mismas aumenta la dopamina. Luego de las interrelaciones iniciales, la dopamina afecta a las demás regiones del cerebro, como la corteza prefrontal, la amígdala y el hipocampo. Si vale la pena o no volver a tomar nuevamente una decisión, va a depender de cuán mayor sea la cantidad de dopamina en el cuerpo estriado, lo más posible es que la corteza prefrontal determine la sustancia como más placentera.

Posteriormente, la dopamina vigoriza la sinapsis en el hipocampo logrando mejorar el aprendizaje y la memoria, dando como resultado que el cerebro adopte esto como una práctica positiva, la cual desea recordar y repetir.

Es entonces que el hipocampo padece estos cambios y la amígdala se encarga de asociarlo a emociones positivas, avalando lo que ha aprendido y aprobando que la corteza prefrontal en su toma de decisiones opte nuevamente por repetir la misma sustancia o actividad, sea benéfica o nociva para nuestro cuerpo.