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23 de Abril de 2013

Turismo antártico retoma crecimiento perdido y genera 300 millones de dólares

Una de las circunstancias que favorecen su expansión son las numerosas expediciones científicas de una quincena de países que hacen escala en el sur de Chile de camino hacia la Antártica y que representan una aportación económica de 20 millones de dólares.

Por EFE
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El turismo antártico, que la última temporada registró un afluencia de 35.000 visitantes, está repuntando tras la caída experimentada tiempo atrás y ya factura unos 300 millones de dólares al año.

Estas cifras fueron dadas a conocer hoy durante la XXXIV reunión anual de la Asociación Internacional de Operadores Turísticos, (IAATO, por su sigla en inglés), que se desarrollará hasta el próximo día 26 en la ciudad chilena de Punta Arenas.

Cerca de 120 operadores turísticos se dan cita en esta localidad austral en la primera reunión que la IAATO celebra en América Latina en sus 22 años de historia.

“Es la primera vez que tenemos una participación tan alta en una reunión”, subrayó el vicepresidente ejecutivo de la IAATO, Steve Wellmeier, quien explicó que el congreso analizará acciones para impulsar el turismo “con criterios de sustentabilidad y protección del medio ambiente”.

Fundada en el año 1991, la IAATO cuenta en la actualidad con 111 socios de Argentina, Australia, Bélgica, Canadá, Chile, Francia, Alemania, Italia, Japón, Países Bajos, Nueva Zelanda, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos.

La IAATO, explicó hoy la viceministra de Turismo de Chile, Jacqueline Plass, “agrupa al 90 por ciento de los prestadores de servicios de turismo antártico internacional”.

Aunque Chile posee una ubicación geográfica privilegiada que le permite mantener un puente aéreo con el llamado “Continente Blanco” y evitar así que los cruceros tengan que atravesar el turbulento Mar de Drake, lo cierto es que su potencial turístico está desaprovechado, reconocieron las autoridades.

Por este motivo, el Gobierno chileno está trabajando para transformar Punta Arenas, la ciudad más próxima a la Antártica en todo el mundo, en la puerta de entrada al Polo Sur.

Una de las circunstancias que favorecen su expansión son las numerosas expediciones científicas de una quincena de países que hacen escala en el sur de Chile de camino hacia la Antártica y que representan una aportación económica de 20 millones de dólares.

Al respecto, la subsecretaria de Turismo señaló que Chile quiere aprovechar esta reunión para mostrar la región austral de Magallanes como el lugar idóneo para acceder a la Antártica.

Un ejemplo de que Chile va a la zaga en este sector son los cruceros antárticos, que se concentran casi exclusivamente en la ciudad argentina de Ushuaia, mientras que al otro lado del canal de Beagle, la localidad chilena de Puerto Williams no explota aún el atractivo de ser la localidad más austral de América.

Las actividades en el “continente helado” están sujetas a regulaciones derivadas de la evaluación del impacto ambiental, la protección de la flora y la fauna y la gestión de los residuos.

El desarrollo del turismo en esta zona del planeta fue posible gracias al Tratado Antártico, firmado en Washington en 1959, cuyo principal propósito es que este territorio se utilice exclusivamente para fines pacíficos y que no sea escenario u objeto de disputas entre los países.

Con 14 millones de kilómetros cuadrados, las temperaturas más bajas del planeta y vientos de hasta 300 kilómetros por hora, la Antártica posee la mayor reserva de agua dulce de la Tierra y el 90 por ciento de todo el hielo del planeta.

Estas características la dotan de un exotismo que despierta el interés de numerosos amantes de la aventura que empezaron a llegar en la década de los cincuenta.

Pero la expansión de la industria turística es bastante reciente, ya que en la temporada 1992-1993 el número de visitantes apenas alcanzaba los 6.700 y en la de 2008-2009 ya superaba los 45.200.

El hundimiento de una nave en 2007 y el encallamiento de dos cruceros en la temporada 2008-2009 determinó la prohibición de que los transatlánticos operaran con crudo pesado, una restricción que provocó un considerable bajón hasta que los ferris hicieron ajustes técnicos en sus motores.

Expertos consultados por Efe, como el director del Instituto Antártico Chileno, José Retamales, estiman que el turismo no representa una “gran amenaza” para el continente blanco, “porque es una actividad que va a permanecer relativamente controlada”

Y por ello en la temporada 2012-2013, el número de turistas ha vuelto a superar los 35.000, lo que ha supuesto un aumento del 32 por ciento con respecto al año anterior.

La mayoría de los visitantes proceden de Estados Unidos (33,9 %), seguidos de Australia (11,1 %), Alemania (8,8 %), el Reino Unido (7,7 %), Canadá (6,1%) y China (4,4%).

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