La confianza: Elemento central en el otorgamiento de una licencia social para operar
Pero, ¿qué es concretamente una LSO? Corresponde a la aceptación continua de un proyecto por parte de las comunidades locales y otras partes interesadas. Es un resultado. No es un proceso o metodología.
Orlando Jimenez es Director Ejecutivo de la Fundación CSIRO Chile Research. Es graduado e investigador asociado senior de la Universidad de Oxford, donde ha centrado su investigación en la comprensión de dinámicas de innovación en las pequeñas y medianas empresas.Ha sido asesor de los Ministros de Economía y Energía del Gobierno de Chile, y miembro del Consejo Directivo de Innova CORFO.
Si bien hasta hace poco a las empresas les bastaba cumplir con los requisitos legales para poder legitimar y desarrollar un proyecto, hoy esto no es suficiente. En efecto, existe amplia evidencia de proyectos legalmente legítimos que han sido rechazados, retrasados, interrumpidos e incluso clausurados debido a la oposición de la ciudadanía. Estos problemas pueden causar una pérdida de confianza en los inversores, afectando la viabilidad del proyecto y los conflictos en un lugar pueden afectar la reputación general de una empresa. Estos costos reputacionales pueden persistir por muchos años.
En Chile esto se ve reflejado en los problemas que enfrentan diversos proyectos de inversión con respecto a su relación con las comunidades locales. Según información publicada en la prensa recientemente, en Chile los conflictos socioambientales tienen congelados aproximadamente US$ 55.000 millones de inversión. Para evitar esto, los proyectos, especialmente los extractivos y los de gran envergadura, deben contar con una licencia social para operar (LSO) para poder iniciar y mantener sus actividades. En pocas palabras, la obtención y mantención de una LSO se ha convertido en un imperativo para el aseguramiento del financiamiento y la aprobación gubernamental de los proyectos.
Pero, ¿qué es concretamente una LSO? Es un término acuñado hace pocos años en el ámbito minero que corresponde a la aceptación continua de un proyecto por parte de las comunidades locales y otras partes interesadas. Así, a diferencia de otros conceptos relacionados, la LSO es un resultado. No es un proceso, metodología o camino para obtener un resultado. Debido a que está basada en las creencias, las percepciones y las opiniones sostenidas por estos actores, ellos la otorgan. Dado que el paso del tiempo, la ocurrencia de eventos y el continuo flujo de información están constantemente modificando estos factores, la LSO es dinámica. De este modo, no sólo es necesario obtenerla; también hay que mantenerla.
El elemento medular para el otorgamiento de una LSO a un proyecto es la confianza de la comunidad local en la empresa: a) confianza en la capacidad técnica de la empresa para operar de manera esperada y b) confianza en que la empresa es sincera en sus intenciones.
Si bien existen diferencias entre estos conceptos, comparten un aspecto esencial: que ninguno de los dos tipos de confianza se puede comprar. Es más, si se intenta comprarlas, inmediatamente se destruyen. De este modo, para que una empresa gane la confianza de la comunidad debe establecer relaciones interpersonales de calidad basadas en genuino respeto, en donde las opiniones de la comunidad son realmente sopesadas en las decisiones, y en donde además los compromisos se cumplan. Lo anterior cobra especial relevancia al considerar que somos uno de los países a nivel global con mayores índices de desconfianza.