¿Qué tal? Japón dice que reducirá capturas para poder reanudar caza de ballenas
Hasta su prohibición impuesta en marzo pasado por la Corte Internacional de Justicia (CIJ), las campañas balleneras de Japón en el ártico limitaban las capturas por temporada, la caza de 850 ejemplares de rorcual aliblanco, 50 de ballena jorobada y 50 de rorcual común.
Luego de que ayer se anunciara el plan de Japón de reanudar la caza de ballenas en el Antártico en 2015, este jueves se precisó que la medida incluiría una limitación a las capturas, habida cuenta de la sentencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de marzo pasado que prohibía dicha actividad.
Este será el cambio principal del nuevo programa nipón de pesca de ballenas en el Antártico, que el Ejecutivo japonés prevé presentar en la próxima reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), que se celebra a partir del día 15 en Eslovenia, según informó el diario Asahi.
Tras la sentencia del CIJ, Japón optó por cancelar su campaña de pesca, al tiempo que decidió reducir su cuota de capturas en el Pacífico norte a 210 ejemplares durante el año en curso, 170 menos que en la temporada anterior.
El fallo del tribunal de La Haya no afecta a su otro programa científico en el Pacífico norte ni a las capturas comerciales que Japón realiza en sus costas.
Tokio mantiene que su campaña de caza de ballenas en el Antártico tiene “fines científicos”, mientras que la sentencia de la Corte Internacional estableció que dicho objetivo no justificaba el alto número de capturas.
El tribunal de La Haya también señaló que Japón no había hecho esfuerzos suficientes para desarrollar su programa científico sin necesidad de matar a las ballenas, e indicó que para poder reanudarlo, Tokio debía realizar amplias mejoras en el mismo.
Hasta su prohibición, las campañas balleneras de Japón en el ártico limitaban las capturas por temporada, la caza de 850 ejemplares de rorcual aliblanco, 50 de ballena jorobada y 50 de rorcual común.
Japón planea ahora limitar sus capturas al rorcual aliblanco, la más común de las tres especies, así como recalcular las cuotas de futuras campañas para lograr el visto bueno de la Comisión Ballenera Internacional.
La reunión de la CBI es la primera que se celebra desde la sentencia del Tribunal de la Haya, originada por una demanda presentada ante dicho organismo por Australia.