Fukushima: Entérate de cómo la radiación también ha afectado a las mariposas
Científicos nipones concluyeron que los insectos que viven y se alimentan en la zona contaminada tienen una mortalidad más alta y más enfermedades
Las mariposas que comen alimentos recogidos en los campos y ciudades próximos a la accidentada central nuclear de Fukushima (Japón) muestran mayores tasas de enfermedad y muerte en comparación con mariposas que viven en zonas alejadas de la radioactividad. Así lo ha confirmado un estudio de un equipo de la Universidad de Rukyus en Okinawa (Japón) publicado esta semana la revista científica BMC Evolutionary Biology.
Los investigadores alimentaron grupos de mariposas de la especie Zizeeria maha en seis áreas a distancia diferentes del lugar de la catástrofe nuclear y luego investigaron los efectos de la contaminación radioactiva sobre estas mariposas y sobre la siguiente generación, es decir, las hijas de las mariposas afectadas directamente por la contaminación, consigna La Vanguardia.
Los resultados del estudio indican que incluso en niveles relativamente bajos de radiación había una diferencia observable en el período de vida de las mariposas, dependiendo de la dosis de radiación de cesio en su comida, que varió de 0,2 a 161bq / kg. Las mariposas alimentadas hojas con las dosis de radiación de cesio más altos eran también más pequeños y algunos tenían anormalidades morfológicas tales como alas de forma inusual, tal como ya habían avanzado estos mismos investigadores en los resultados preliminares del estudio dados a conocer el verano de 2012.
El profesor Joji Otaki, de la Universidad de Rukyus, considera que “la vida silvestre probablemente ha sido dañada incluso en dosis relativamente bajas de radiación, y nuestra investigación muestra que la sensibilidad varía entre los individuos dentro de una misma especie”.
En la segunda parte del experimento, los investigadores analizaron los efectos de la alimentación en zonas contaminadas en dos generaciones consecutivas de mariposas. En este caso, los resultados indican que si la segunda generación de mariposas se alimenta con productos no contaminados, los efectos de la radiación son practicamente insignificantes, es decir, que los trabajos de descontaminación tienen efectos positivos para la vida silvestre de forma relativamente rápida.
La descendencia alimentada con una dieta no contaminada tenía una esperanza de vida similar a la media de otras zonas, independientemente de la cantidad de radiación a la que habían sido expuestos los progenitores. El único efecto negativo en la segunda generación aparece, según el estudio, de los padres que habían estado expuestos a dietas de cesio muy altas.