VIDEO| España: Con gran lienzo Greenpeace exige su derecho a defender el medio ambiente
La organización ambientalista finalmente optó por pagar los 50.000 euros de aval para permitir que el 'Arctic Sunrise' siga navegando. El buque, empleado en la campaña contra las prospecciones petrolíferas en Rusia, fue retenido Lanzarote por una posible "infracción a la ordenación del tráfico marítimo".
La organización ecologista Greenpeace desplegó este martes en el Viaducto de la calle Bailén de Madrid una pancarta de 126 metros cuadrados para protestar contra las medidas “represivas” del Gobierno tras su acción del pasado día 15 contra las prospecciones de Repsol en aguas de Canarias.
Bajo el lema “Defender el medio ambiente, nuestro derecho y deber”, la ONG denunció a lo largo de cuatro horas de protesta la detención del barco “Arctic Sunrise” por parte del Ministerio de Fomento tras una actuación de la Armada que califica de “violenta”, y en la que resultaron heridos tres activistas de la organización.
“Cada día que el ‘Arctic Sunrise’ está detenido -dijo Mario Rodríguez, director de Greenpeace- es un día menos que no está defendiendo el medio ambiente, y por ello hemos reunido el dinero para liberarlo, gracias al apoyo de socios y simpatizantes”, consigna El Mundo.
Con todo la organización ambientalista finalmente optó por pagar los 50.000 euros de aval para permitir que el barco siga navegando en defensa del medio ambiente. El buque, empleado por la organización ecologista en la campaña contra las prospecciones petrolíferas en Rusia, fue retenido en el puerto tras una causa abierta por el ministerio español por una posible “infracción a la ordenación del tráfico marítimo”.
Para Greenpeace, la citada cartera “pretende dilatar el proceso en una maraña burocrática que puede durar semanas o meses”. “Tardan pocos días en ponernos multas cuantiosas, y en cambio meses en reconocer que tanto el aval como la multa son desproporcionados”, sostienen.
Y es que hace 10 días, el buque rebasó el área de exclusión de una milla creada para amparar las exploraciones en la zona sondeada por el Rowan Renaissance (el buque alquilado por Repsol para tal efecto), por lo que fue interceptado por la Armada, según La Vanguardia.
Tras la liberación, el Artic Sunrise navegará hasta Valencia para apoyar a los 16 activistas y a un fotoperiodista en el juicio por una acción de protesta realizada el 15 de febrero de 2011 en la central nuclear de Cofrentes (Valencia) para protestar contra la energía nuclear, y al que se enfrentan a penas cercanas a los tres años de cárcel. Portavoces de esta organización señalan que ésta seguirá con su “intensa campaña contra las prospecciones”.