Sello verde: Gobierno prepara nueva restricción vehicular desde 2016
Se diversificará el mecanismo, por que lo las restricciones dependerán del año del vehículo, tipo de combustible, revisiones y otros factores.
Si bien Santiago hoy posee el parque vehicular menos contaminante de toda la región, la Región Metropolitana en total concentra 1.828.033 vehículos (según el último anuario del parque elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas) y cada año ingresan 300 mil más. De todos estos, sólo 48 mil autos no poseen convertidor catalítico.
Según el inventario de contaminantes de la Universidad de Santiago (Usach), cada año los vehículos generan 960 toneladas de material particulado fino (MP 2,5), el más dañino para la salud de las personas y representa el 21% del total de 4.599 toneladas de MP 2,5 emitidas en la capital.
Con el objetivo de recudir el impacto, el Gobierno ya se encuentra trabajando en una nueva modalidad de restricción vehicular, el que debutará en el nuevo plan de descontaminación de MP 2,5 el que está fijado para el próximo año.
Esta nueva restricción incluye la diversificación del actual sello verde, y considera que los vehículos con convertidor catalíticos sin mantención en cinco años tengan una restricción diferente que uno nuevo o con las mantenciones al día, además se busca diferenciar los autos por años, tipos de combustibles y otras consideraciones.
Este sello verde también está analizando la posibilidad de que los vehículos menos contaminantes, o sea aquellos eléctrico e híbridos, sean liberados de las restricciones en futuras preemergencias y emergencias ambientales.
“Como en 1991 se decidió una restricción vehicular permanente que eximía a los más limpios, hoy hay un saco de tecnologías entre diésel nuevo, diésel viejo, vehículos a gasolina viejos y nuevos. Hay que pensar nuevas soluciones, redefinir un sello. La discusión ahora va por tecnologías, normas de emisión, años de entrada, tipos de combustible. Al diferenciar sellos, por ejemplo, se logra focalizar más las medidas. La idea es avanzar a una restricción más inteligente, para el tipo de contaminante que queremos reducir y controlar”, detalla el subsecretario de Medio Ambiente, Marcelo Mena, según consiga El Mercurio.
Si bien la idea es valorada por el especialista en contaminación atmosférica de la Usach Ernesto Gramsch, también cree que antes de restringir, la autoridad debería preocuparse por el transporte público.
“Se está poniendo la carreta delante de los bueyes. Hay que generar un transporte público que sea utilizado”, dice Gramsch. La compartida por otros especialistas como su par en la casa de estudios Patricio Pérez. “Ideas como la que se adopta en Portland, de establecer transporte público gratuito en zonas céntricas es interesante. Se gana también en eficiencia”.