Una niña que nació con un solo brazo encontró su alma gemela en su cachorro de tres patas
Descubra cómo el amor incondicional de una mascota cambia la vida de una pequeña niña con discapacidad física.
¿Quién no se conmovería con esta historia? Si la pequeña Ella Peggie fuera chilena, seguro Mario Kreutzberger la presentaría en la Teletón como niña símbolo y sería imposible que no nos ganara el corazón.
Ella -de apenas un año de edad- nació con el síndrome de banda amniótica, es decir, sin su brazo izquierdo. Desde el primer día de vida, ha tenido que enfrentarse paso a paso a cada uno de los desafíos que para muchos de nosotros son algo normal y hasta rutinario. Su madre, Brooke Hodgson, lo sabe muy bien. Andar en bicicleta, subirse a su cama, vestirse o cualquier actividad cotidiana requerirá un esfuerzo mucho mayor.
Navegando por internet, y sin buscar nada en especial, Brooke vio a Snowy por primera vez, un perro que no sólo tenía la misma edad de su hija, sino que además le faltaba una extremidad. Esta fue el momento en que supo que él sería el “ancla” para su pequeña, el compañero perfecto en el día a día.
“Será maravilloso para ella cuando piense que es diferente o esté teniendo un mal día, darse cuenta de que no está sola. Le dará la confianza necesaria”, contó su madre al períodico Daily Mail Australia.
En el poco tiempo que han estado juntos, Ella ha aprendido a hacer nuevas cosas por sí misma, y que antes no hacía, como utilizar la cabeza y los pies para jugar. Su mamá cuenta que no haya la hora de verlos crecer juntos, de ir superando cada obstáculo juntos. “Soy una agradecida de haber podido darle Snowy a mi hija”, concluyó.