Conozca las siete mujeres que reciben esta noche el Premio Mujer Impacta 2015
Son las arquitectas del cambio, mujeres de alto impacto que afectan de manera positiva a la sociedad chilena y que con valentía y esfuerzo sacan adelante causas tan disímiles como transversales.
Bárbara Soto y el primer afterschool de Chile
Es periodista y profesora de literatura y vive en Santiago, y sin duda es una apasionada de su lucha por cumplir sueños ajenos. Los que la conocen han dicho que “Bárbara ha dejado todo objetivo propio en segundo plano por Yo Elijo”. Este programa fundado por ella es el primer afterschool del país, y lo que busca es preparar a jóvenes de escasos recursos y de bajo rendimiento académico para ingresar a la universidad y enfrentar la vida con más y mejores herramientas. Hoy cuenta con cerca de 300 estudiantes y un 90% de sus alumnos ha accedido a becas de un 100% para cursar la educación superior.
Carolina Pérez y la discapacidad
A los 24 años Carolina sufrió un accidente automovilístico que la dejó tetrapléjica. Lo habitual es que esta situación la desalentara. Sin embargo en su caso, sólo le dio más fuerzas para seguir un nuevo rumbo. Hoy es una activista por los derechos y deberes de las personas con capacidades diferentes, realiza charlas motivacionales y seminario por todo Chile, y además es creadora, directora y conductora de “Saliendo a flote”, un programa radial dedicado a la discapacidad. Pero si crees que es poco, también es hasta hoy la única mujer del país que ha jugado tenis durante tres años con inmovilidad de muñecas y manos, y en silla de ruedas.
Claudia Caroca y la Cárcel 2.0
En la cárcel de Colina más de 250 hombres privados de libertad participan en el taller “Colina 2.Zero”, trabajando cinco horas diarias en tareas relacionadas con huertos orgánicos, compostaje, reutilización de materiales sólidos, eficiencia hídrica y reciclaje, entre muchas otras. Tan impactante han sido los resultados de la actividad creada por esta asistente social en los niveles de disminución de violencia y agresividad entre los reclusos, que fue invitada a exponer el caso en la Feria Madre Tierra en Ecuador. Los próximos pasos de Claudia son replicar la iniciativa en ese país y en Perú.
Fabiola Salinas y sus alumnos en La Legua y San Joaquín
Creer en las personas y en sus capacidades, y nunca subestimar el valor de alguien ni por su origen ni por su condición, es lo más importante para esta profesora de educación básica. Eso fue lo que la motivó para crear el grupo folclórico Raipillán, donde sus integrantes son alumnos de La Legua y San Joaquín. Tanto ha sido el compromiso que estos niños no sólo han pisado escenarios nacionales como el Festival del Huaso de Olmué, sino que también los han ovacionado de pie en el Festival de Almada, en Portugal. Su grupo, hoy cuenta con 300 bailarines y cada uno de ellos ha mejorado su rendimiento escolar.
Nicola Schiess y la cultura entretenida
La creadora y directora de la Fundación Teatro del Lago en Frutillar, músico y administradora de empresas de profesión, es una convencida de que “si uno tiene la experiencia de la perseverancia y la autoestima, uno puede hacer cualquier cosa en su vida”. Hacer un aporte artístico, cultural y educativo en la zona es vital para Nicola, por eso en la fundación imparten talleres de arte, danza y música a alumnos becados de escasos recursos. Además, cada año permite que más de 20 mil niños provenientes de todo Chile asistan a los aclamados espectáculos del Teatro que ofrece en esa ciudad.
La hermana Nora y los niños con VIH
Desde 2008, la hermana Nora (Valencia) es la directora de la Fundación Santa Clara, que acoge a menores portadores del VIH. Esta religiosa espera que algún día la realidad pueda favorecerlos. Como explica “son víctimas inocentes de una enfermedad de la que nadie está libre”. En la fundación los recibe con apenas días de vida, y lo que hacen, es fundamental, les brindan apoyo afectivo y emocional hasta que son mayores. En la actualidad, en el hogar viven un total de 17 menores, los que están siendo preparados para regresar a sus familias de origen –que también son apoyadas– o para integrarse a una familia adoptiva. “En la sociedad chilena hace falta la alegría y en el mundo entero también. Alegría es abrir el regazo familiar a uno de nuestros niños, y pareciera que estamos a años luz de eso”, señala la hermana Nora.
Pía Salas y los niños de la calle
“Mostraron un aviso de WorldVision y volvieron mis ojos a llenarse de lágrimas. Pensé: hasta cuándo voy a llorar sin hacer nada… y me levanté, me fui donde mi ex marido y le dije: me voy a buscar niños a la calle, los nuestros tienen de todo”. Este fue el impulso que necesitó esta actriz y bailarina para dar vida a la Fundación Abrazarte el año 2005. Durante 10 años ha trabajado con menores que vivían en el río Mapocho, logrando un 77% de reinserción social. Hoy su labor se centra en las comunas de Santiago y Conchalí, con unos 20 beneficiarios en cada zona.