Amenaza en el norte: Contaminación lumínica podría impedir la observación astronómica
En los últimos 30 años Chile se ha transformado en el centro global de la observación espacial. Pero la luz terrestre de las ciudades mineras y turísticas podría ser enceguecedora a la hora identificar planetas, estrellas y la vía láctea.
Para el 2020 se espera que el país cuente con el 70% de la infraestructura astronómica a nivel mundial. Ello dadas las óptimas condiciones que tienen los cielos de la zona norte, lugar donde existen connotados observatorios cuya reputación han cultivado a lo largo de las últimas tres décadas.
Sin embargo, dicha reputación podría estar al borde del abismo. Esto luego que científicos constataran la contaminación lumínica del sector, según información entregada por Reuters. A simple vista, la Vía Láctea todavía se distingue con claridad. Pero para un poderoso telescopio de última generación, como el Telescopio Gigante Magallanes, que pretende mostrar los alcances más profundos del universo, la nueva luz terrestre podría ser enceguecedora.
Según expertos, la contaminación lumínica ha aumentado debido al crecimiento de ciudades mineras y turísticas. “A medida que estas ciudades y carreteras crecen, empiezan a perder color los objetos más distantes. El tema es que los objetos más distantes son la razón por la que estamos construyendo estos telescopios”, contó Patrick McCarthy, presidente del Telescopio Gigante Magallanes, que se construye en el Observatorio Las Campanas en el sur de Atacama.
De hecho, en diez años la población de Coquimbo y La Serena aumentó casi un 70%. Y con ello la expansión de suburbios, estadios deportivos y discotecas que arrojan luz artificial brillante al cielo oscuro. Para mitigar las fatales consencuencias, los científicos han pedido a Naciones Unidas que declare la región como Patrimonio de la Humanidad, una medida que esperan ayude a mantener los cielos limpios.