Fin del Zoo Metropolitano: cuatro expertos hablan tras la muerte de los leones

Con la muerte de Manolo y Flaca, los leones que eran parte del staff de especies del Zoológico Metropolitano, volvió a instalarse el debate que se centra en la clausura -o no- de dicho parque de animales, al que se le adjudica un rol educador para la comunidad, enfocándose principalmente en los niños.

Mientras unos indican que se debe fiscalizar en qué condiciones viven los animales en cautiverio, otros son más radicales y piden la clausura de este recinto en particular. Los antecedentes: la seguidilla de muertes de especies que, para ojos de algunos, se podrían haber evitado.

Patricia Cocas, fundadora de ProAnimal, -quien en medio de un difícil momento entregó su versión- dice que “hay una cosa de principios y es que los animales silvestres no deben estar en cautiverio porque se comportan de una manera distinta en su medio natural”. 

Misma postura tiene el colectivo Alza tu Voz, que hace más de un mes inició una campaña para cerrar el Metropolitano y trasladar a las especies a reservas o santuarios de rehabilitación. “No podemos seguir permitiendo esta tan retrógrada práctica de que los animales sean considerados objetos, espectáculos, lucro y esclavos solo para satisfacer el morbo humano”, dice la carta que van a entregar al Minvu.

Sobre el rol educador, Cocas señala que se trata de una falacia: “Lo único que puedes educar a los niños es que la tortura y entretención son válidos. Hace menos de un siglo los onas y otros grupos indígenas eran exhibidos en zoológicos. Esto es algo similar”.

Inaugurado en 1925, el lugar alberga a más de 150 especies en un terreno de 5 hectáreas ubicadas en el Cerro San Cristóbal, centro neurálgico de Santiago. El recinto depende del Ministerio de Vivienda y Urbanismo y es fiscalizado por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).

Al ser un zoológico estatal, Elva Muñoz, dueña del Centro Rehabilitación y Rescate de Primates, precisa que “está en la mira y por ende más controlado”, algo que, según ella, no pasaría con parques privados.

“Yo creo que los zoos no debieran existir, creo que el argumento de que los niños conozcan a distintos animales no corre”, dice Muñoz aunque sí está de acuerdo con que exista un zoológico nacional “para que todos los animales que han entrado de forma ilegal, que han sido decomisados y que tienen problemas lleguen allá”.

Por su parte, el médico veterinario Sebastián Jiménez indica que previo a la conversación entorno a la existencia o inexistencia de esta especie de parques, hay que plantearse en cómo están los animales en cautiverio y mejorar sus condiciones.

El especialista indica que los zoológicos juegan un papel preponderante en la “reproducción y protección de animales en peligro de extinción, así como en investigación de ejemplares para aplicarlo a poblaciones silvestres de esa misma especie”.

Ahora bien “se contrapone decirle a un niño que son educativos si se mantiene a un león en 150 m2. Es un contrasentido que los niños del futuro no van a entender, entonces tiene que ir de la mano lo que se dice con lo que se muestra. En un recinto de cinco hectáreas puedes mantener a un grupo de leones con una mejor calidad de vida”, señala Jiménez.

Si bien no existe ningún proyecto que gire entorno a la clausura definitiva del Metropolitano o bien uno que pretenda erradicarlos a nivel nacional, grupos animalistas cuestionan la existencia de ellos, de esa vieja práctica de exhibir especies nativas y exóticas en un par de metros cuadrados.