Cómo hacer un asado para ver a la Roja sin contaminar en el intento
Usar parrillas a gas o eléctricas, fijarse en el modelo y cocinar carne baja en grasas son algunos de los tips para reducir la emisión de partículas nocivas para la atmósfera.
Cuando el intendente Claudio Orrego pidió en 2014 no hacer “asados mundialeros” muchos ridiculizaron su petición, varios no la entendieron y pocos la defendieron. En esa oportunidad Orrego dijo que las celebraciones del mayor evento futbolero estaban contribuyendo a empeorar la calidad del aire de la capital.
Dos años después la situación se repitió. En medio de la Copa América Centenario, el subsecretario de Medio Ambiente, Marcelo Mena, volvió a instalar la relación entre la triada partido-asados-contaminación.
El titular de esa cartera, Pablo Badenier reconoció que “como no hay normativa ni sanción asociada, sería poco serio” prohibir los asados.
Al respecto, Alex Godoy, académico de la UDD e investigador de Desarrollo Sustentable y Ciencia de la Sustentabilidad, explicó que “no es que el asado sea contaminante per se porque se usa carbón, si no porque se les ocurre a un millón de chilenos hacerlo al mismo tiempo”.
A ojos del experto, “la gente no se da cuenta del impacto cercano que tienen sus acciones, dicen ‘bueno mañana reciclamos, salimos a andar en bici, pero hoy hagamos un asado’. Entonces disocia el impacto por ignorancia y por otro lado para darse ciertas licencias”.
Asados menos contaminantes
Mientras para unos el asado a carbón tiene un valor más bien social, para otros se trata de una técnica que le da sabor. Al margen de esa discusión, Bernardo Borgeat, dueño de Asados Pro, entregó algunas recomendaciones para reducir las partículas que contaminan el aire.
Borgeat indicó que es mejor usar parrillas a gas o eléctricas, dado que con el carbón hay que esperar alrededor de 30 minutos para que prendan las brasas, por lo que con las alternativas anteriores se ahorrarían media hora de contaminación.
A ello agregó que las carnes grasas no son la mejor alternativa por el jugo que cae al fuego. Es decir, las longanizas, hamburguesas y carne de cerdo podrían ser reemplazadas por carnes magras, que dependiendo del presupuesto, puede ser filete o punta picana.
Otro punto para considerar: el tipo de parrilla. Hay unas que tienen varillas y son redondas, mientras otras tienen canaleta anden. Estas últimas favorecen a reducir la contaminación ya que evita que el jugo de la grasa caiga en las brasas, si no que queda en la canaleta.
“Socialmente el fuego desde los momentos más primitivos es motivo para reunir a la gente (…) pero si hay preemergencia y tenemos las posibilidades de contribuir a contaminar menos es buena alternativa hacer asados en parrilla a gas o eléctrica, que es casi lo mismo“, dijo Borgeat.