Los efectivos pasos que dio Holanda para dejar de tener perros callejeros en las ciudades
El país impulsó un programa de esterilización para reducir el número de cachorros sin hogar y creó un sistema de impuestos en el que se paga según la cantidad de mascotas que tenga una familia.
Actualmente Holanda es uno de los pocos países que puede jactarse de no tener perros callejeros en sus ciudades. No solo se trataba de un tema de darles mejor calidad de vida, si no también de evitar focos infecciosos y reacciones violentas por parte de aquellos animales que vivían a la intemperie.
Para lograrlo, el país impulsó un programa de esterilización para reducir el número de cachorros sin hogar. Los gobiernos locales financiaron dicha iniciativa y más del 70% de las hembras han sido sometidas a un procedimiento quirúrgico.
Además, se creó un sistema de impuestos en el que cada familia paga una vez año según la cantidad de perros que tenga. El fin es incentivar una tenencia responsable y consciente y evitar el abandono, dado que también hay un riguroso sistema de registro del animal.
Ambas medidas fueron efectivas ya que los Países Bajos ha cultivado una conciencia animal desde hace más de 200 años. Por ejemplo, en 1864 se creó una Agencia de Protección Animal. Luego, en 1962 se firmó la acta de Protección Animal seguida por la ley del Bienestar Animal, la cual prohibió a cualquier dueño de un animal el negarle los cuidados necesarios o abusar de ellos. De lo contrario, el castigo era hasta tres años de cárcel o una multa de más de 16 mi euros (poco más de $11 millones).
En Chile, la situación de los perros callejeros está a años luz del logro de Holanda. Según un informe hecho por la Subsecretaría de Desarrollo Regional en el 2014, existen alrededor de 3 millones 400 mil perros en todo el país. Pero de ellos, casi 700 mil son callejeros o no tienen dueño.