Alerta global: Obama ordena plan de urgencia en máximo 120 días por "tormenta solar"
Las autoridades de Estados Unidos tomaron una serie de precauciones ante una eventual erupción solar de grandes proporciones.
En 1989, una eyección de plasma solar -partículas del sol expulsadas a gran velocidad hacia el espacio-afectó directamente a un transformador de Nueva Jersey, Estados Unidos, dejando a 2 millones de personas de Quebec, Canadá, sin energía eléctrica.
Se trata de un evento climático de grandes proporciones que provoca consecuencias catastróficas en caso de impactar a la Tierra, tal como ha pasado en oportunidades anteriores.
Y si bien no pasa con frecuencia, el fenómeno volvió sobre la palestra cuando el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dio una orden el pasado 13 de octubre a distintas autoridades y expertos de ese país a estar preparados ante una eventual tormenta solar, desarrollar planes y programas de alerta, protección, reducción de riesgos y recuperación en los próximos 120 días.
¿Las consecuencias? De ocurrir el evento e impactar a la Tierra, se pondría en riesgo los sistemas electrónicos de satélites, lo que generaría interferencias e interrupciones en las redes de líneas telefónicas o problemas de distintos tipos en redes eléctricas, aunque lo más grave es que afectaría a servicios clave como el abastecimiento de agua, la salud y el transporte.
En 2012, por ejemplo, se registró una sucesión de eyecciones de masa que envió una nube de plasma magnetizado hacia el espacio que atravesó la órbita terrestre. En esa oportunidad, la Tierra alcanzó a esquivarla. Al respecto, investigadores de la Universidad de California en Berkeley y la Academia China de Ciencias en Pekín, concluyeron que de llegar a la Tierra los efectos habrían sido “tremendos” y el mundo habría necesitado de cuatro a diez años para recuperarse.
En abril pasado, especialistas en meteorología espacial de distintos ámbitos comunicaron en Washington que una tormenta solar geomagnética muy poderosa puede dañar los satélites de comunicaciones, noquear los sistemas GPS, cerrar el tráfico aéreo y apagar las luces, computadoras y teléfonos en millones de hogares durante días, meses o incluso años.