Lo Barnechea concluyó la construcción de inédito suplementero de cóndores
El proyecto contó con una inversión de $15 millones en equipamiento y se prevé que se ocupará $1 millón mensual en la compra del alimento.
Lo Barnechea es la comuna con mayor cantidad de áreas verdes en el Gran Santiago, lo que, sumado a su cercanía con la cordillera, la transforma en una zona de gran atractivo turístico.
Para potenciar esta faceta y al mismo tiempo cuidar el medioambiente, el municipio de Lo Barnechea ha realizado distintas actividades en compañía de los vecinos, como la limpieza de quebradas y cerros.
Pero otra iniciativa de las autoridades municipales es la protección y cuidado de los cóndores, que actualmente está en peligro de extinción.
Con el propósito de proteger el patrimonio natural del país, Lo Barnechea se planteó la idea de construir un suplementero de cóndores, ubicado en el cerro Yerba Loca, camino a Farellones, obras que durante el mes de febrero ya terminaron y están abiertas a los visitantes.
El espacio, que todavía no ha sido inaugurado oficialmente, contempla un área cercada de 6.300 metros cuadrados, que pretende alejar a las aves de las zonas urbanas y, de ese modo, proporcionarles un lugar especialmente protegido, donde se les alimentará con carne de vacuno, chivo o equino con previa certificación del SAG.
Además, esta iniciativa pretende que, en el futuro, los cóndores que hayan estado en rehabilitación y se encuentren recuperados puedan ser liberados desde este espacio.
“La caza furtiva del hombre y otros riesgos como la intoxicación química son las principales amenazas que enfrenta esta especie en peligro de extinción. Para evitar que desaparezca, estas instancias son fundamentales, ya que estos animales dejarían de trasladarse a zonas urbanas, poniéndose en peligro”, afirma el alcalde de Lo Barnechea, Felipe Guevara.
La intención es que el cuidado de este suplementero sea un trabajo conjunto entre el municipio y los vecinos, no solo en relación con la alimentación de los cóndores, sino además en prevenir la contaminación. “Quienes vayan de visita a Farellones, verán esta construcción y podrán ser parte del cuidado que estas especies requieren”, agregó Felipe Guevara.
El proyecto contó con una inversión de $15 millones en equipamiento y se prevé que se ocupará $1 millón mensual en la compra del alimento, estimado en unos 400 gramos de carne diarios por cada ejemplar. “Se estima que se necesitan al menos 90 minutos para que el ave descanse y emprenda su vuelo nuevamente”, acotó Felipe Guevara.
Además, el suplementero contará con un perímetro de 282 metros lineales y en área del comedero, ubicada en la Meseta Cóndores, se construyó una reja de tres metros de alto para evitar que perros silvestres se coman la carne o ataquen a los cóndores.