El poema que Antonio Banderas le dedicó a los trabajadores de la Mina San José
"Escribí estas líneas en Copiapó, en el desierto de Atacama y esta noche lo hago público", escribió el actor.
El actor español, Antonio Banderas, protagonista de la película “Los 33” y quien representa al minero Mario Sepúlveda, se encuentra en Chile para asistir a la Red Carpet de la película que se estrenará el próximo 6 de agosto.
A horas de comenzar la Red Carpet en Santiago, de Chile, el rostro de Puig, decidió publicar en su cuenta de Twitter un poema dedicado a los 33 mineros que fueron rescatados de la mina San José en el 2010.
“Escribí estas líneas en Copiapó, en el desierto de Atacama y esta noche lo hago público, para que alguien lo pueda leer antes de la avant premiere. Es un homenaje a los 33 mineros”, se puede leer en su cuenta personal de Twitter.
Cabe señalar que este fin de semana, parte del elenco se reunió con la Presidenta de la República, Michelle Bachelet; el ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz y el de Cultura, Ernesto Ottone, en el Palacio de La Moneda.
El encuentro se realizó en el Salón de Audiencias del palacio presidencial y estuvieron presentes los actores: el protagonista Antonio Banderas, Mario Casas, Rodrigo Santoro, Lou Diamond Phillips, junto a las actrices Cote de Pablo y Kate del Castillo y, los productores Mikey Medavoy y Robert Katz.
El poema escrito por Banderas en su página.
La mina y el minero
Abre la boca Tierra. Traga y vomita.
Ya vienen los guerreros del pico y la pala.
Ya se arrojan al laberinto oscuro las luciérnagas cíclopes que cantan y lloran.
Arriba quedaron los hombres número en medio de la batalla del papel verde. Desde allí se oye distante cómo revienta la roca.
Abajo, la mina y el minero se abrazan porque se sienten solos sin mañanas ni promesas, mientras las venas tuneladas escupen la ansiada sangre metálica.
“Madre tierra, cántame la nana de los millones de años, cuéntame el cuento del magma y el azufre”. Susurra el minero, mientras chupa la teta pétrea de la loba dormida.
Tánatos entra y sale de las almas limpias de los hombres sucios. Caminando, con la suerte en sus manos, caminando como sólo caminan los verdugos. Lejano e intermitente se oye el afilar de la guadaña.
Abre la boca Tierra. Traga y vomita.