26 Años de Planificación: Las políticas para el transporte en bicicleta en Santiago

La encuesta Origen – Destino del año 2006 le atribuyó a la bicicleta un 3% de los desplazamientos realizados en Santiago, y los estudios del Banco Mundial han previsto que su uso crece en un 18% anual, el Ministerio de Medio Ambiente en abril de 2013 entregó una cifra muy cercana estimando en 15% de crecimiento de los viajes en bicicleta cada año. Sin duda la bicicleta se está ganando un espacio en la ciudad, de hecho un estudio reciente del BID posicionó a Santiago como líder en el uso de la bicicleta en Latinoamérica, incluso sobre ciudades como Bogotá, reconocida actualmente como un ejemplo de construcción de política y promoción en este ámbito. Esto es muy positivo, pero el nivel de políticas públicas que se están generando para afrontar este crecimiento, no.

Las ciclovías se han posicionado como una de las políticas públicas más reconocidas para el uso de la bicicleta (aunque por favor, seamos claros, no es la única), pero su ejecución en cuanto a kilómetros construidos ha estado muy lejos de lo que se requiere para una integración adecuada de este vehículo al espacio urbano, así el desarrollo de esta infraestructura ha sido más bien deficiente y se ha detenido en la planificación y estudios técnicos, pasemos a hacer un recuento.

Podríamos reconocer varias planificaciones y lanzamientos de sistemas de ciclovías en Santiago, pero la infraestructura existente está muy por debajo de la planificación realizada. La Secretaría de Planificación de Transportes, (SECTRA) ha señalado que en el año 2010 se llegó a los 162 kilómetros de ciclovías construidas, pero las planificaciones desde ya décadas hablan de una mayor superficie cubierta por esta red.

En el año 1988 se realizó la Investigación, Diseño y Operación de Ciclovías Urbanas, luego el año 1989 se realizó la Habilitación de Ciclovías en Santiago Como Experiencia Piloto, en 1991 se realizó la Encuesta Origen –  Destino Santiago donde también se recogieron datos en este ámbito.

El año 1997 se desarrolló la Investigación Plan de Ciclovías Para Santiago, mandado por el MIDEPLAN y SECTRA, las conclusiones del estudio hablaban de una red de 1268 kilómetros de ciclovías en un contexto de 5 millones de habitantes, el gasto en la materia en ese año se estimó en US$ 155 por viaje diario en bicicleta, en comparación al Metro esta cifra se eleva a los US$ 4000, esto en términos globales se traducía en que con el dinero que se construye 1 kilómetro de ciclovía solo alcanzaba para 1,8m de la red del tren urbano.

El año 2005, en el Marco de la reforma al transporte público de pasajeros, Transantiago, consideraba el desarrollo del transporte no motorizado, incluyendo en esto la intermodalidad, ejemplo de esto es el abandonado estacionamiento de bicicletas dispuestos en la intersección de la Alameda con Av Las Rejas en Estación Central, así como la habilitación del sistema Bici-Metro impulsado por esta red de transporte y que está presente actualmente en cerca de 11 estaciones.

Recientemente el año 2013 fue lanzado por el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones el Plan Maestro de Transporte Santiago 2025, este plan de US$ 22,510 Millones le asigna sólo US$398 Millones a la red de ciclovías y pone en un lugar privilegiado a las concesiones viales con US$ 7895 millones, sólo después de las inversiones en la Red de Metro.

Como podemos ver, existe un trayecto de ya casi tres décadas de planificación clarísima sobre un proyecto serio de ciclovías ¿se ha transmitido esto a nuestra realidad?. Claramente no ha sido así. Una de las conclusiones del estudio de 1997 señalaba que la postura política del gobierno ha sido favorable, pero no decisiva. Este aspecto es central, ya que de manera muy simple es observable que existe una relación clara entre la prioridad que le da una autoridad empoderada a las iniciativas de esta materia y los resultados de estas, ya hemos hablados de los kilómetros construidos, en la próxima ocasión abordaremos los estándares de construcción de esta infraestructura.