María Rovira recupera la esencia gitana del barrio barcelonés del Somorrostro

La esencia del flamenco popular y del desaparecido barrio gitano barcelonés del Somorrostro, de la década de 1950, ha sido el punto de inspiración del espectáculo que la coreógrafa María Rovira pone en escena a partir del 16 de agosto en Barcelona para llevarlo después de gira por España y Latinoamérica.

Hasta el 4 de septiembre, diez bailarines de Trànsit Dansa, la compañía de Rovira, interpretarán la obra “Somorrostro” en el Teatro Condal de Barcelona “un espectáculo diferente”, ha dicho la coreógrafa española en una entrevista con EFE, al comentar el montaje en el que lleva a los bailarines de flamenco al baile contemporáneo.

Trànsit Dansa cuenta para ello con tres bailarinas invitadas “puramente de flamenco” que son las que han enseñado los ritmos al resto y con recursos como que, en lugar de hacer palmas, los intérpretes producen ese sonido con los pies descalzos y también con las manos golpeando el suelo, explica.

Una de las intérpretes de Trànsit Dansa, Sol Vázquez, baila un solo de 7 minutos sobre un cajón, “un solo muy físico y muy duro de bailar”, a juicio de Rovira, en el que la bailarina representa “el mundo interior del barrio popular del Somorrostro” y mezcla ritmos de flamenco con danza contemporánea.

La estela de Carmen Amaya, nacida en el barrio gitano barcelonés, y su manera personal de bailar en la playa, nada académica, están también detrás del montaje, así como el visionado de la película de Rovira Beleta “Los Tarantos”, con Amaya, uno de los iconos de la danza española, bailando descalza, y la lectura de “Caçadors d’instants”, del filósofo Rafael Argullol.

El espectáculo se inicia con un documental de cinco minutos sobre lo que fue Somorrostro, con fotos y personas recordándolo, y la silueta de una de las bailarinas de flamenco, Jennifer Rico, proyectada en el escenario.

La revisión de la historia del antiguo barrio, a la que contribuye el espectáculo, y un documental de televisión emitido recientemente han vuelto a ponerlo de actualidad y hace poco se dió el nombre de playa del Somorrostro a la zona que antiguamente ocuparon las barracas.

La esencia “de flamenco de calle” que Rovira ha trasladado a su espectáculo está apoyada por el sonido persistente de percusión del cajón tocado en directo, en un escenario de muebles recogidos en contenedores, sillas y armarios grandes de madera, cuadros colgados de las paredes y suelo de arena.

En vista del largo recorrido de “Somorrostro”, Pere Molsosa, uno de los bailarines de Trànsit Dansa y realizador de vídeo, ha comenzado un making off con imágenes de barrios que son como éste, multiculturales, e irá grabando en cada ciudad a la que acuda la compañía.

Empezará en Barcelona con el barrio del Raval, cercano al del Paralelo, donde está enclavado el Teatro Condal, y continuará con un barrio haitiano de Santo Domingo, ciudad en la que se representará el espectáculo entre el 17 y el 24 de septiembre.

En octubre estará en las carteleras gallegas de El Ferrol y La Coruña, en noviembre irá a Maracaibo y a otras ciudades venezolanas, y en diciembre a Quito, la capital ecuatoriana.

Para 2012 está previsto que gire por la Red de Teatros de España, Madrid y Andalucía, comunidad esta última que le produce a la coreógrafa “una especial ilusión”, y en septiembre de ese año emprenda otro viaje por una decena de ciudades argentinas además de la cartelera del prestigioso Teatro Solís de Montevideo (Uruguay).

La faceta didáctica de Maria Rovira, Premio Nacional de Danza de la Generalitat de Cataluña, se desplegará también en Puerto Rico el 4 de septiembre, con un trabajo de coreografía para el Ballet Nacional de Puerto Rico.

Cuando la compañía, residente en Mataró (Barcelona), se desplace a Santo Domingo, dos de las bailarinas flamencas de “Somorrostro” ofrecerán un taller de flamenco.