¿Quién ha vuelto a patinar?
Pasaron los años y un día volví a comprarme patines, moría de envidia cuando veía a alguien moviéndose por la ciudad sobre esas ruedas
Hace muuuuchos años patinaba, o sea cuando era chica. ..Me ponía mis patines de botas blancas y líneas rojas y el mundo completo era mío.
Me encantaba…, recorría calles y las pocas canchas que habían en Santiago sobre mis patines. Era la época de los pantalones snickers, (pantalones a la rodilla), los zapatos pluma de colores, los cinturones con la hebilla con las iniciales, las chaquetas Fus, etc.
Pasaron los años y un día volví a comprarme patines, moría de envidia cuando veía a alguien moviéndose por la ciudad sobre esa ruedas. Había pasado el tiempo, ya no sonaba Cindy Lauper, ni Reo Speedwagon y los patines se habían modernizado. Ahora eran en línea y con el freno en solo un patín y atrás, no con las cuatro ruedas y el freno adelante que nosotros conocimos y que disfrutamos en la canchas del shopping de Los Cobres de Vitacura, en Algarrobo, en el Arrayán y en algunas otras.
Muy rara vez usé mis nuevos patines, pero nunca quise deshacerme de ellos. Siempre mantuve la esperanza de volver a usarlos y recuperar esa sensación que el mundo era mío cuando andaba a toda velocidad, me llegaba el viento a la cara y hacia giros al ritmo de la música.
Volvieron a pasar más años y hoy la excusa para volver a ponerme mis patines otra vez, ¡fue salir a patinar con mis niños!
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