"La reina del tecnicolor" levanta pasiones tras 60 años de su muerte

  La actriz dominicana María Montez, que conquistó Hollywood en la década de los cuarenta y se ganó el título de “La reina del tecnicolor”, cumple 60 años de fallecida, pero continúa levantado pasiones y su legión de fieles admiradores en el mundo trata de mantener vivo su culto.

La histrionisa, nacida el 6 de junio de 1912 en Barahona (suroeste dominicano), llegó a la meca del cine sin haber estudiado o actuado. Sin embargo, su particular belleza física y su audacia la convirtieron en una de las estrellas latinoamericanas de los “años dorados” de Hollywood, dijo en una entrevista con Efe su biógrafa, la dominicana Margarita Vicens de Morales.

“Sencillamente se lanzó a tratar de conquistar un contrato a los 28 años en Hollywood”, señaló la autora del libro “María Montez. Su vida”, una ardua investigación acerca de la mundialmente conocida como “La reina del technicolor”, fallecida el 7 de septiembre de 1951 en París, al parecer de un ataque al corazón cuando tomaba un baño de agua caliente.

Vincens de Morales, quien también es nativa de la provincia Barahona, pero que no llegó a conocer a Montez, describió a su compatriota como “especial, abierta y extrovertida” y dijo de ella que diseñó una estrategia hasta llegar a la meca del cine y triunfar, como en efecto, lo hizo.

La actriz, cuyo verdadero nombre era María África Gracia Vidal, era dueña “de una gran belleza exótica” y reunía “atributos que parece mentira que puedan conjugarse en una sola persona”, apuntó la autora dominicana.

María Montez, quien protagonizó una serie de películas filmadas en tecnicolor, se destacó en filmes de corte aventurero como “Las mil y una noches” (1942), “La salvaje blanca” (1943), “La reina de cobra” (1944) y “Sudán” (1945), entre otras.

Aunque han pasado seis décadas desde su fallecimiento, la también bautizada como “La sirena de Hollywood” sigue muy presente en la memoria de sus admiradores que, desde diferentes partes del mundo, envían a su biógrafa fotografías, reseñas periodísticas o material relacionado con la actriz para algún proyecto futuro.

Esta fidelidad contrasta con el total desconocimiento que demuestran muchos dominicanos de la figura de la actriz, lo que Vicens de Morales calificó de “muy lamentable”.

Consciente de esta realidad, la escritora ha querido rescatar y conservar el legado de Montez, una de las primeras estrellas latinoamericanas de los “años dorados” de Hollywood junto a la mexicana María Félix y la portuguesa Carmen Miranda.

Su libro “María Montez. Su vida” es objeto de estudio por parte de la actriz local Celinés Toribio, afincada en EE.UU., que proyecta una película sobre la fallecida histrionisa.

Margarita Vicens de Morales es una de las personalidades locales, elegida por el Gobierno dominicano para organizar las actividades conmemorativas del centenario del nacimiento de la actriz, hija de un diplomático español y una dominicana.

Entre otras actividades previstas por el centenario, que se cumple en 2012, está la construcción de un monumento y un museo en el lugar natal de Montez, así como la proyección de los filmes de la dominicana y una edición popular del libro de Vicens de Morales.

Empresarios locales han expresado interés en una edición de lujo del libro dedicado a la actriz, quien se casó en 1943 con el actor francés Jean-Pierre Aumont, con quien procreó a Tina, que siguió los pasos de sus padres.

En ese mismo año, 1943, cuando filmaba “Gypsy Wildcat”, el dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo la condecoró con la “Orden de Juan Pablo Duarte” en el Grado de Oficial, y la “Orden de Trujillo”, en el mismo grado.

Pero la estrella del celuloide recibió también otras distinciones a título póstumo, como la otorgada en 2007 por el presidente dominicano, Leonel Fernández, quien reconoció a la actriz con la “Medalla al Mérito”, otorgada por el Gobierno en ocasión del “Día internacional de la Mujer”.

El último de estos reconocimientos, hasta el momento, se le otorgó el año pasado, en ocasión del 59 aniversario de su fallecimiento, cuando el Senado dominicano aprobó una resolución para homenajear a Montez, a la que calificó como “La más excelsa actriz cinematográfica de la República Dominicana de todos los tiempos”.