Algunos ejercicios de felicidad-por Eleonora Aldea
Llámenme cursi, llámenme mamona, pero realmente pienso que la felicidad está escondida en los rincones de la más aburrida de las rutinas. En las cosas pequeñas, en los detalles, ustedes entienden.
Llámenme cursi, llámenme mamona, pero realmente pienso que la felicidad está escondida en los rincones de la más aburrida de las rutinas. En las cosas pequeñas, en los detalles, ustedes entienden. Sí, los grandes gestos son inesperados, y rompen los esquemas, y sorprenden y conmueven, pero, ¿a quién le ha pasado alguna de esas cosas que constantemente vemos en los videos, y en las películas? Yo no conozco a nadie.
El tiempo pasa muy rápido, la agenda está siempre muy llena, la plata se demora en llegar y se va muy rápido, se viene el verano y hay que estar flacas, y bueno, para qué hablar de la tristeza que se ha apoderado de gran parte del país este comienzo de septiembre. La vida está cuática. Sin embargo, soy una convencida de la que felicidad depende de uno mismo, y aquí les dejo algunas cosas que me causan, aunque sea, una mini felicidad:
– Poner el mp3 en shuffle y no adelantar ninguna canción, a veces uno se encuentra con canciones que no había pescado antes, y son como un tesorito escondido que estaba en tu patio.
– Comprar un miti miti, y comérselo entero de una, les prometo que los globos que se pueden hacer después son los más gigantes posibles, y la explosión de azúcar inicial… priceless.
– Bailar. Si estás sola baila sola en tu pieza con la música muy fuerte, si estás con tu pololo sácalo a bailar y bailen un lento. Nada mejor