La explicación bioquímica del enamoramiento
Por poco romántico que parezca, desde el funcionamiento de ciertas hormonas hasta la emisión de “mensajes” que puedan ser captados por otro, muchas son las cuestiones que juegan su rol a nivel orgánico cuando “esa” persona aparece
Por poco romántico que parezca, desde el funcionamiento de ciertas hormonas hasta la emisión de “mensajes” que puedan ser captados por otro, muchas son las cuestiones que juegan su rol a nivel orgánico cuando “esa” persona aparece. Cómo transformarlo exitosamente en un sentimiento maduro y continuo
Cosquillas o mariposas en la panza, la idea de “estar flotando”, alegría, emoción. Todas estas sensaciones sirven y se utilizan habitualmente para describir lo que les ocurre a una mujer y a un hombre cuando se enamoran.
Ese sentimiento tan básico y complejo a la vez, que inspiró miles de películas y libros y que puede entenderse desde lo meramente emocional, aunque también desde lo fisiológico y orgánico, tiene “su” día. Si, el próximo martes 14 de febrero se celebra en todo el mundo el Día de los Enamorados, fecha también conocida como San Valentín.
Pero, ¿qué implica desde lo orgánico e inclusive físico el estar enamorado? Para desandar esta pregunta, la opinión de especialistas en el tema.
Hasta consolidarse, y desde el primer encuentro, los enamorados deben atravesar diversas etapas: “El enamoramiento es magia, es energía pura y transformadora, pero también es el resultado de una serie de combinaciones de sustancias químicas que se producen en el cerebro y que se distribuyen a través del sistema circulatorio y nervioso, produciendo respuestas biopsicoespirituales”, refirió la doctora Beatriz Literat, médica Sexóloga Clínica y Ginecóloga, asesora y colaboradora de Fundación REPRO y Halitus Instituto Médico.
De hecho, en esta suerte de “cadena de sucesos” podría estar la respuesta a una de las preguntas más frecuentes con respecto al amor: ¿es posible mantenerlo? o ¿por qué a medida que los meses pasan “la llama” se va extinguiendo?
“Según lo que descubrieron diversos neurofisiólogos, las sustancias productoras del enamoramiento entre las cuales se cuentan la occitocina, la testosterona y la dopamina, por mencionar sólo algunas, necesitan todo el tiempo nuevos estímulos sensoriales…