7 datos que no conocías sobre el consumo de porno en las mujeres
La pornstar promedio es castaña, proviene de California, copa 34B y más bien bajita de estatura, y probablemente se llame Nikki Lee. Tenemos más datos freak. Lee acá.
El mito de que las mujeres no miran porno debe desaparecer. Todas las evidencias están a la mano. Y mientras la cultura machista cree que el porno es algo que demerita la calidad de la mujer, las mujeres que trabajan en la industria reflejan otra perspectiva. Aquí algunos datos:
1.-. Las mujeres ven porno
Tan simple como eso: la pornografía, específicamente en Internet, no está dirigida solamente para el público masculino. Los hábitos de consumo de porno son variados: solos, en pareja, como entretenimiento, “como inspiración”, todo internauta se ha topado alguna vez con una imagen o video donde pasa precisamente eso que estás pensando. Libros como Fifty Shades of Grey también han contribuido a que las mujeres se acerquen a esta fascinante industria.
2.- Las mujeres no pagan por porno
Según CCBill, un servicio que administra los pagos en páginas para adultos, sólo el 2% de todas las suscripciones a páginas pornográficas son realizados con tarjetas de crédito con nombre de mujer. De hecho CCBill en ocasiones presta mucha atención a este tipo de tarjetas, pues puede tratarse de algún adolescente que roba la tarjeta de crédito de su madre, o de una esposa que se encuentra fúrica de que su marido haya descargado Karate Chicks 4.
3.- El porno lleva entre nosotros más de lo que suponemos…
…sólo que en otras formas. Los arqueólogos han encontrado dibujos que muestran actos sexuales en cavernas que datan del año 10 mil antes de nuestra era. La historia del arte, tanto en Oriente como Occidente está llena de ejemplos donde los artistas han mostrado gráficamente contenido sexual. La diferencia es solamente que estas representaciones sobre las relaciones sexuales han ido evolucionando a la par de la tecnología –por ello, lo que comenzó en un garabato con pintura y piedra hoy puede verse en full HD.
4.- Las pornstars tienen mayor autoestima que tú
El estereotipo que cuenta que las pornstars femeninas provienen de una vida de abusos y que el mercado las trata como carne u objetos desechables está muy lejos de la verdad. Según el Journal of Sex Research las estrellas de tus películas favoritas tienen alta autoestima, son más espirituales y aceptan sus cuerpos mejor que otras mujeres. El estudio muestra además que el 67% se identifica a sí misma como bisexual, comenzaron a tener relaciones más jóvenes (entre los 15 y 17 años), han tenido más parejas sexuales que las mujeres fuera de la industria (sin incluir a sus compañeros de trabajo), disfrutaban más el sexo y se preocupaban y protegían activamente para no contraer ETS.
5.- En Estados Unidos, la imagen de la típica pornstar es…
Piensa en tu estrella porno favorita. ¿Es rubia, con senos gigantes? ¿Blanca, morena, asiática, con negligé o con atuendo sadomasoquista? Según un estudio hecho entre 10 mil trabajadores de la industria para adultos, la pornstar promedio es castaña, proviene de California, copa 34B y más bien bajita de estatura, y probablemente se llame Nikki Lee. El estereotipo de la rubia voluptuosa es precisamente eso, un estereotipo.
6.- Los papeles femeninos más populares
El estudio anterior también se fijó en qué tipo de papeles son más usuales en la industria. Para sorpresa de pocos, la categoría “teen” aparece en primer lugar, con unas 1,966 películas; MILF (“Mother I Like To Fuck”, la categoría de damas maduras) en segundo, con 954, mientras el tercero es, curiosamente “wife” (esposa) con 499 títulos. Curioso este último porque encarna la fantasía del sexo de cornudos, así que las narrativas en el porno tal vez no son tan intrascendentes como pensábamos (y no siempre se trata de un repartidor de pizzas con “extra salchicha”.)
7.- Lo que ellas quieren
Sobre los hábitos de consumo de porno en las mujeres podríamos decir que son tan diversos como los de los hombres, pero hay algunas cosas que parecen no gustarles tanto, específicamente (para decepción de muchos) los cum shots arriba del cuello y la sobreactuación (a las mujeres parece gustarles más la naturalidad en materia de porno). Tampoco parecen entusiasmarse mucho si la escena no tiene una base narrativa, así como aquel que va “directo al grano”, confirmando las tres reglas de oro de las relaciones sexuales: foreplay, foreplay, foreplay. Pero queda claro que las mujeres que ven porno no buscan precisamente softcore del canal Golden: la directora de películas porno Candida Royalle se especializa en hardcore para la audiencia femenina, y vende unas 10 mil copias al mes.