Por seguridad: trasladan de celda a integrante de las Pussy Riot en huelga de hambre
El traslado de Nadezhda Tolokónnikova a una celda de aislamiento "no es conveniente, ya que los funcionarios de la prisión también tienen acceso allí y ella se quejó de que la administración la amenaza", dijo Iriba Jrunova, abogada de la joven.
La integrante del grupo punk Pussy Riot, Nadezhda Tolokónnikova, fue trasladada a una celda de aislamiento por cuestiones de seguridad tras denunciar amenazas de muerte en la prisión Ik-47 de la república rusa de Mordovia, donde cumple una condena de dos años, informaron hoy agencias rusas.
Pocas horas antes, algunos medios rusos informaron que la componente de las Pussy Riot fue llevada a una celda de castigo, algo que posteriormente fue desmentido.
El traslado de Tolokónnikova a una celda de aislamiento “no es conveniente, ya que los funcionarios de la prisión también tienen acceso allí y Nadia (diminutivo de Nadezhda en ruso) se quejó de que la administración la amenaza“, dijo Iriba Jrunova, abogada de la chica, a los medios rusos.
La encarcelada componente de Pussy Riot inició este lunes una huelga de hambre en protesta por los malos tratos y las torturas que reciben sus compañeras de prisión y también denunció amenazas de muerte por parte de la administración de al cárcel.
En una carta difundida por medios rusos Tolokónnikova citó a un funcionario de la prisión que supuestamente le dijo: “Seguramente ya no vas a sentirte mal ya que en el otro mundo nadie se siente mal”, palabras que catalogó de una amenaza directa contra su vida.
Denunció que las presas son obligadas a trabajar en un taller de costura 16-17 horas al día con cuatro horas diarias para dormir y sólo un día libre en mes y medio.
También informó de que las mujeres son golpeadas, algunas hasta la muerte, por compañeras de celda instigadas por los funcionarios la prisión.
La joven subrayó igualmente que la presión contra los internos se hace a través de las presas de confianza que reciben órdenes de la administración.
Portazos de la justicia y vandalismo
Ambas chicas cumplen dos años de cárcel por “vandalismo motivado por odio religioso” tras escenificar en febrero de 2012 una plegaria punk en el principal templo ortodoxo ruso.
Mantienen su inocencia e insisten en que su acción en la catedral de Cristo Salvador de Moscú tenía fines políticos y no estaba dirigida contra los creyentes ortodoxos.