La moda que llegó para quedarse: "sexo en 5 velocidades"

Empezó a hacerse popular en Estados Unidos, pero lentamente sus resultados comenzaron a correr de voz en voz hasta transformare en una tendencia mundial. El “sexo en 5 velocidades” es una moda que llegó para quedarse y que incluso ya es objeto de estudio entre los especialistas.

El sexólogo estadounidense Barry W. McCarthy, autor de una infinidad de libros sobre el tema, describe esta nueva tendencia como una de las mejores maneras para incrementar y mantener vivo el deseo sexual, ya sea con tu pareja o en un encuentro casual.

Primera. La idea es volver a la adolescencia. En esta etapa o “velocidad”, según el especialista, se debe comenzar con besos, pero manteniendo la ropa. McCarthy señala que es fundamental sentir esas ganas que se tenían en la juventud, cuando no existían tantas oportunidades para la intimidad y sólo se podía experimentar con la ropa puesta.

Segunda. Esta etapa es para sacarse algo de ropa, pero no toda. El autor recalca que se deben mantener los besos, mientras ambos comienzan a descubrir el cuerpo del otro. Cruzar la línea y comenzar a desvestirse de manera rápida es algo que no debe ocurrir.

Tercera. Ya semidesnudos, se deben intercalar todo tipo de caricias. La gracia de todo esto es que no necesariamente se debe realizar entre las sábanas, según McCarthy, ya que se puede probar en otros lugares como el sillón, en la ducha o incluso durante un baile.

Cuarta. La idea en esta “velocidad” es mantener el erotismo, pero evitar los movimientos o caricias que puedan llevar al orgasmo. Los tiempos son esenciales, principalmente porque crea un relato que permite construir una relación intensa. Todo tipo de caricias y toques son permitidos en esta etapa, pero evitando quedarse en una zona más tiempo de lo pertinente para esquivar el clímax.

Quinta. Sin perder el erotismo, ambos pueden buscar el orgasmo de la manera que más les acomode. Sin embargo, relata McCarthy, si las otras velocidades se realizaron bien, no habrá mayor dificultad para que los dos lleguen al clímax de una manera plena.