Cuáles son los riesgos del embarazo después de los 35 años
Cada vez son más mujeres las que postergan la maternidad debido a factores como el trabajo, los estudios y la falta de estabilidad económica.
Los tiempos cundo las mujeres buscaban tener hijos cerca de los 20 años quedaron muy atrás. Hoy la realidad es que muchas simplemente no desean tener guagua y otras deciden tener hijos cerca de los 35.
Esta opción puede tener algunos riesgos, según el ginecólogo de Clínica Vespucio, Dr. Alfredo Núñez. “Aumenta la probabilidad de tener un hijo con Síndrome de Down, presentar enfermedades como diabetes gestacional o producir preeclampsia (cuando la mujer desarrolla hipertensión arterial durante el embarazo, lo que se presenta principalmente después de las 20 semanas de gestación)”, explica el especialista.
Esto se debe a que los ovarios con el tiempo van envejeciendo y su proceso de maduración ya no funciona tan bien a los 35 como a los 25.
Fertilidad
Es importante saber que una persona tiene problemas de fertilidad si no logra quedar embarazada después de un año de intentarlo. En el caso de las mujeres menores de 35 años, entre un 80 y un 85% queda embarazada en este período, en cambio, después de esta edad, el porcentaje de éxito disminuye a un 50%. “Una de cada dos pacientes no logra quedar embarazada después de intentarlo durante 12 meses”, asegura el ginecólogo.
Para saber si existen riesgos de enfermedad por un embarazo después de los 35 años, la clave es ir a los controles con el especialista. “Cada vez son más mujeres las que postergan la maternidad debido a factores como el trabajo, los estudios y la falta de estabilidad económica. Sin embargo pocas tiene presente que después de los 35 años la fertilidad va disminuyendo y ya no es tan fácil embarazarse”, asegura el especialista.
Consejos para un embarazo responsable
– Siempre antes de embarazarse, debe acudir al ginecólogo para realizarse un chequeo completo con exámenes de laboratorio e imágenes para evaluar su condición.
– Llevar una dieta saludable.
– Realizar ejercicio, pero que no genere demasiado esfuerzo para las articulaciones. Por ejemplo: natación o caminatas.
– Durante el embarazo, no consumir mariscos crudos como el sushi, dado que puede producir contagio de bacterias que pueden alterar el desarrollo del embarazo.
– No consumir tabaco, dado que aumenta el riesgo de que el feto crezca con problemas y de que el parto se desarrolle antes de tiempo.
– No consumir alcohol, ya que puede provocar que cuando el bebé nazca se produzcan alteraciones neurológicas o de aprendizaje.