“Sale Bielsa… entra Borghi”, por Juvenal Olmos

Al margen de la capacidad técnica de los 2 entrenadores argentinos, uno tiende a preguntarse cuántos entrenadores en el mundo entero, podrían haberse sentado en la banca de la Selección Chilena con tanta autonomía como lo ha hecho Claudio Borghi, pensando que al DT que está reemplazando es el exitoso técnico rosarino Marcelo Bielsa.

Lo cierto es que el mundo de los medios ya se instaló hace mucho rato como el cuarto poder. Borghi es un técnico 100% mediático, lo que corresponde a la principal razón por la que las viudas de Bielsa no saben si “llorar por el DT saliente o aplaudir al entrante”.

En la otra parte del tablero está la caótica, lenta y poco profesional instalación en la ANFP de la nueva directiva y el no menos extraño comportamiento de la directiva saliente. Unos no querían irse y otros no sabían cómo entrar. Nada de esto ha pasado desapercibido para la gran familia del fútbol. Definitivamente muchos directivos en esta oportunidad no han estado a la altura de las circunstancias.

Yo soy hombre del deporte y como tal, podría comentar que tanto Borghi como Bielsa son dos entrenadores de corte ofensivo. Sus equipos generalmente tienen la tendencia a jugar en la mitad de la cancha del contrario y tienen la chapa de privilegiar los esquemas ofensivos por sobre los defensivos.

Tengo argumentos muy fuertes como para asegurar que el juego de la selección chilena no variará mucho, ya que el jugador chileno juega mejor sin presión y con Borghi sentado en la banca se abrirá un pequeño crédito para que vengan los resultados. Al gordo le gusta la línea de 3 en el fondo y este gusto está respaldado por la gran cantidad de jugadores que tiene Chile en esa posición y que tienen un gran nivel.

Nuevamente los laterales y los medio campistas que jueguen por fuera serán vitales en el esquema y en esta función la selección chilena tiene muchos y muy buenos de dónde elegir. Volantes ofensivos ni hablar: Fernandez, Valdivia, entre otros, que ya tienen un mundial en el lomo y además son los hijos pródigos de Borghi. Ahora en ataque tenemos más de lo que había con Bielsa. Tarde o temprano aparecerá Pinilla, pero también está Suazo, González, Beausejour, Sánchez, aparte de los que vienen de abajo.

La gran diferencia entre estos 2 entrenadores argentinos estará definitivamente instalada fuera de la cancha. En mis carreras como jugador y como entrenador, recorridas durante más de 30 años, sólo he conocido dos técnicos con el don de la palabra tan agudo: uno fue campeón del mundo con Argentina ’78, Cesar Luis Mennotti, y el otro es Claudio Borghi, el tetracampeón colocolino. Fuera de la cancha, el actual técnico de la selección es un verdadero “encantador de serpientes” y antes de sentarse en la banca nacional ya tiene a una gran parte del cuarto poder deportivo en sus bolsillos.

Borghi es astuto y no come vidrios. Sabe que el hincha quiere ver ganar a su selección. Sabe que tiene a su disposición a una generación dorada de jugadores chilenos y que a la gran mayoría ya los dirigió en su paso por Colo Colo. Desde esta humilde trinchera le deseo mucha suerte y éxito a Claudio y me despido con una duda y una certeza dentro de mi cabeza: “sé por qué Borghi aceptó dirigir la selección chilena… pero aún no encuentro ningún argumento de peso, del por qué renunció Bielsa a dirigirla”.