La histórica humillación de los Lakers
Los Ángeles Lakers sufrieron ayer un importante varapalo al ser eliminados de las semifinales de la Conferencia Oeste por un contundente 4-0 y, además, sufrir en el último partido una humillante derrota por 122-86 en el American Airlines Center de Dallas ante el equipo local de los Mavericks.
La histórica victoria permite a los Mavericks barrer la serie por 4-0 al mejor de siete, la primera que sufren los Lakers en su historia, mientras que su entrenador Phil Jackson se despidió como técnico, después de 21 años de profesional, de la peor forma posible.
Los Ángeles Lakers sufrieron ayer un importante varapalo al ser eliminados de las semifinales de la Conferencia Oeste por un contundente 4-0 y, además, sufrir en el último partido una humillante derrota por 122-86 en el American Airlines Center de Dallas ante el equipo local de los Mavericks.
La histórica victoria permite a los Mavericks barrer la serie por 4-0 al mejor de siete, la primera que sufren los Lakers en su historia, mientras que su entrenador Phil Jackson se despidió como técnico, después de 21 años de profesional, de la peor forma posible.
Los Mavericks vuelven a la final de la Conferencia Oeste por primera vez desde la temporada del 2006 y la jugarán con el ganador de la otra eliminatoria que disputan los Grizzlies de Memphis contra los Thunder de Oklahoma, con ventaja de 2-1 para el primero de ellos.
El partido, que ya pasó a la historia por ser la mayor humillación sufrida por los Lakers, que defendían dos títulos consecutivos de liga, fue una auténtica exhibición de buen juego defensivo y ofensivo por parte de los Mavericks, que contaron para ocasión con la extraordinaria aportación de tres de sus reservas: el escolta Jason Terry, el base puertorriqueño José Juan Barea y el escolta-alero Peja Stojakovic.
Los tres se combinaron para conseguir 75 puntos con 16 triples de 20 intentos para dejar en 62,5 por ciento de acierto, la mejor marca de todos los tiempos en las finales de la NBA.
Terry fue el máximo anotador con 32 puntos después de anotar 11 de 14 tiros de campo, incluidos 9 de 10 triples, capturó un rebote y puso un tapón.
Barea, por su parte, anotó 22 puntos al encestar 9 de 14 tiros de campo, incluido un triple en cuatro intentos, y 3-3 de personal, repartió ocho asistencias -líder del equipo-, y capturó un rebote en los 27 minutos que estuvo en la cancha.
Mientras que Stojakovic volvió a dar la mejor versión como especialista en triples al estar perfecto con 6 de 6 y aportar 21 puntos en 30 minutos de acción.
Stojakovic estuvo perfecto en los tiros de campo con 7 de 7 y 1-2 de personal, capturó tres rebotes, dio una asistencia y recuperó tres balones.
El ala-pívot alemán Dirk Nowitzki consiguió 17 puntos, siete rebotes y cuatro asistencias para ser el cuarto jugador de los Mavericks que tuvieron dobles dígitos, mientras que como equipo tuvieron un 60 por ciento de acierto en los tiros de campo.
Los Mavericks llegaron al descanso con un clara ventaja en el marcador (63-49), distancia que aumentó en el tercer periodo, mientras que en el cuarto completaron la mayor humillación sufrida por los Lakers al concluir el partido con la mayor diferencia: 36 puntos.
El gran derrotado fue el escolta Kobe Bryant, que después de perder el tercer partido afirmó que estaban listos para hacer historia al remontar la desventaja de 3-0 y ser el primer equipo que lo conseguía.
Nada de eso sucedió, y la marca de veces que en la NBA no se logró remontar un 3-0 desfavorable en las series de una fase final alcanzó las 99, mientras que el otro casillero, el que refleja el número de los que sí lo consiguieron se mantiene en cero.
Bryant se quedó con sólo 17 puntos y tres rebotes para encabezar una lista de cinco jugadores que tuvieron dobles dígitos, pero sólo un 38 por ciento de acierto en los tiros de campo y el 21 (5-24) de triples.
El escolta Shanon Brown fue el segundo máximo encestador de los Lakers con 15 puntos, mientras que todo el banquillo de los Lakers aportó 37 tantos por 86 de los Mavericks.
El ala-pívot español Pau Gasol aportó 10 puntos después de jugar 34 minutos y anotar 4 de 10 tiros de campo y 2-2 desde la línea de personal, capturar ocho rebotes, repartir seis asistencias, recuperar un balón y poner un tapón.
Los Lakers no sólo perdieron, fueron barridos y quedaron eliminados, sino que también ofrecieron una imagen penosa cuando dos de sus jugadores, el ala-pívot Lamar Odom y el pívot Andrew Bynum, fueron expulsados en el cuarto periodo tras sendas personales a Nowitzki y Barea.
Phil Jackson, que ha decidido dejar los banquillos tras ganar 11 títulos de liga -seis con los Bulls de Chicago de Michael Jordan y cinco con los Lakers-, abandonó el campo abatido.
Antes del partido Jackson también había sido multado con 35.000 dólares por la NBA tras haber hecho comentarios negativos hacia la labor de los árbitros.