La pasión de Marcelo Salas por Maradona
Corría el año 1986 y se disputaba el Mundial en México. Chile no se había clasificado, pero el Matador estaba en una edad en que el fútbol lo era todo para él. En ese momento se hizo fanático del 10 de la selección trasandina.
El goleador histórico de la selección chilena, y uno de los máximos referentes de la Universidad de Chile, Marcelo Salas, escribió una columna en honor a su ídolo, Diego Armando Maradona. Acá un extracto del texto publicado en la revista colombiana Soho.
A los 11 años ya tenía muy claro que quería ser jugador de fútbol. En el colegio, mis compañeros me querían para su equipo y también le daba a la pelota todo el día en mi barrio, en la ciudad de Temuco, en el sur de Chile. Casi siempre jugaba en canchas de tierra, por eso una de mis travesuras preferidas era saltar al campito de la esquina, que tenía pasto y del bueno, hasta que aparecía el cuidador a los gritos y nos escapábamos a los piques.
Por esos tiempos se disputaba el Mundial 86 en México. Mi país no se había clasificado, pero yo estaba en una edad en que el fútbol era todo para mí. Y me hice fanático de Maradona. A mí no me importaba que hubiera pica con Argentina, yo lo veía jugar y me maravillaba. Grité sus goles, me emocioné con sus gambetas. Era tal mi locura que un día se me ocurrió copiarle el peinado. Ya había decidido ir a la peluquería para que me hicieran la permanente. Quería tener sus rulos. Se lo comenté a mi mamá y me sacó corriendo, no me dejó.
Esta introducción es para que entiendan con qué ilusión viví, ocho años después, el primer día que tuve a Maradona al lado. Fue en 1994, Argentina contra Chile en el estadio Nacional de Santiago. Yo llevaba apenas un año como profesional. Era mi primer partido en La Roja. Argentina, con Basile como técnico y Maradona como figura, se preparaba para el Mundial de Estados Unidos.
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