La “triple sanción” -penal, tarjeta y suspensión- podría tener sus horas contadas
"Un penal es suficiente si se trata de una simple falta o una entrada cuando intentas coger el balón pero llegas un segundo tarde. Si haces una falta violenta, que sería tarjeta roja en cualquier sitio del campo, entonces es penal y tarjeta roja", explicó Beckenbauer tras cuatro horas de reunión en la sede de la FIFA en Zúrich.
El Grupo de Trabajo de la FIFA que preside Franz Beckenbauer concluyó hoy que la llamada “triple sanción” de penal, tarjeta roja y suspensión es demasiado severa y propuso que los árbitros deberían ser más benévolos con los jugadores que cometen una pena máxima.
“Un penal es suficiente si se trata de una simple falta o una entrada cuando intentas coger el balón pero llegas un segundo tarde. Si haces una falta violenta, que sería tarjeta roja en cualquier sitio del campo, entonces es penal y tarjeta roja”, explicó Beckenbauer tras cuatro horas de reunión en la sede de la FIFA en Zúrich.
Los 20 miembros del grupo de trabajo acordaron que se aplicará la “triple sanción” únicamente en caso de faltas cometidas con excesiva dureza y que se sancione con tarjeta roja y pena máxima a todo jugador que impida con la mano un gol junto a la línea de gol.
El resto de faltas cometidas dentro del área únicamente se sancionarán con penal y tarjeta amarilla, según propuso el grupo de trabajo, que plantea la misma sanción para los arqueros que al intentar atrapar el balón cometan falta al llevarse por delante a un adversario.
“El objetivo de estas medidas es facilitar y uniformar la labor arbitral y que las decisiones que adopten sean más justas”, informó la FIFA, que anunció que elaborará un borrador de las Reglas de Juego con estas decisiones que remitirá como propuesta al ‘International Board’, el organismo que las regula, para su próxima reunión en el mes de marzo.
El panel, del que forman parte también el brasileño Cafu, el francés Christian Karembeu y el italiano Massimo Busacca, responsable de árbitros de la FIFA, considera necesario que haya más claridad en la regla del fuera de juego, en relación con los jugadores que no están activamente envueltos en el ataque, y decidió discutirla en su próxima reunión en diciembre.
El grupo de trabajo deliberó además sobre el uso de aparatos de comunicación en los banquillos y coincidió con la decisión del órgano responsable de las normas del juego de que no se permita el uso de tales dispositivos en el campo.