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28 de Mayo de 2012

El día que a Viggo Mortensen casi lo echan del aeropuerto por gritar un gol

El actor, hincha fanático de San Lorenzo de Almagro, escribió su experiencia vivida en EE.UU. luego de celebrar la remontada del elenco el pasado fin de semana ante Newells's.

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El actor Viggo Mortensen vivió desde los 3 hasta los 11 años en Argentina. Ahí nació su pasión por el fútbol, en especial por el club San Lorenzo de Almagro. Un amor por los colores que no se olvida y que este fin de semana le jugó una mala pasada.

En su habitual columna en el sitio oficial del club de sus amores, Monrtensen relató cómo vivió la remontada 3 a 2 ante Newell’s. Una gran historia, titulada “Me quieren echar del aeropuerto”:

A media hora de nuestra salida del aeropuerto Dulles en Washington, D.C. estoy viendo el partido contra Newell’s en la compu, cerca de la puerta de embarque para nuestro avión. Y de repente Romagnoli hace magia corriendo por la banda izquierda, y le da una última oportunidad a Gigliotti, que ya había fallado en dos oportunidades clarísimas para ganar este partido increíble. Yo grito GOOOOOOOOOOOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAZOOOOOOOOOOOOOO!!!! con toda mi alma y empiezo a pegar saltos por todos lados como un ciervo espantado entre los pasajeros y sus valijas ¡¡¡¡¡¡PIPI!!!!!! !!!!!!!!!!!PIPI!!!!

La gente no entiende lo que está pasando, no entiende porque estoy gritando y saltando, no saben si lo de gritar ¡PIPI! una y otra vez significa que me he meado encima, o si me he hecho daño de alguna manera. Un señor con uniforme militar del U.S. Army, probablemente recién vuelto de Irak o Afganistán se levanta y se me acerca rápidamente diciendo “Cool it, man!! Easy now…what’s wrong, what happened???…” Ni caso — digo gritando el gol. “CALM DOWN SIR!” Vuelvo corriendo a la pantalla de mi compu repitiendo “¡GOL, GOL, GOL…!” para asegurarme que es verdad, para ver si aguantamos el 3-2 unos minutos más. Como ya paré de gritar y solamente miro la compu, creo que el militar se aleja y se sienta. Los otros pasajeros también se van calmando, y algunos se ríen un poco.

Todos menos uno que es alemán — o austríaco o suizo — que me pregunta si yo soy Victor Mortensen. Le digo que sí. “Fussbal!”, me dice con una sonrisa, acercándose a la compu para ver qué partido es. “Ja, fussbal”, le contesto. “San Lorenzo de Almagro fussbal.” le digo. Este me entiende, al menos.”Argentinien, ja?” “Si, señor. Argentina, First División. Buenos Aires. The game is almost finished.” (“…casi terminó el partido”, le digo) Le dejo un hueco para que vea conmigo los últimos minutos. Cuando han pasado 30 segundos de los 4 minutos agregados por el árbitro dos policías tipo seguridad de aeropuerto me agarran y me alejan de la compu, diciendo. “Sir, what is WRONG with you???” Lo miran al amigo germánico pero lo dejan libre. A mí me apartan de la compu y de la gente. Sigo oyendo los comentarios de los del canal 7 en la página de Rojadirecta: “…remontada histórica…gran victoria…” Los policías me piden el pasaporte, la tarjeta de embarque, me preguntan un montón de cosas. Yo les digo que no pasa nada, que perdón pero estoy viendo un partido de fútbol y mi equipo acaba de meter un gol muy importante, que casi se acabó el partido. Mientras me hacen preguntas y miran mis documentos trato de ver por encima de sus hombros lo que pasa en la compu, a ver si el partido queda 3 a 2. Termina y quiero gritar la victoria, pero sé que no me conviene justo ahora con estos tipos revisándome. Finalmente me dejan libre después de avisarme que si empiezo a gritar otra vez no me van a permitir volar y me van a echar del aeropuerto. El amigo del “fussbal” se les acerca tímidamente hacía el final de las advertencias y les dice, señalándome: “Das ist Victor Mortensen. Victor Mortensen der schauspieler. He is the actor… he is Victor Mortensen. King Aragorn.” Los policías no le dan bola. Me miran un momento más y entonces el que parece ser el jefe me dice “Keep the noise down, sir.” (“No haga más ruido, señor”) Caminan unos 20 metros y se quedan vigilando por si pasa algo más conmigo.

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